A gaita soa na rúa Iparraguirre. La gaita suena en la calle Iparraguirre. Desde la altura del número 17 del embaldosado bilbaino, el sonido se expande a lo lejos. Incluso, el Cantábrico, que hermana a gallegos y vascos, recogería ayer ciertos aires de las muñeiras que inauguraron La Batea, el hogar en tierra de los mejillones.
El restaurante, que pone en la mesa productos del mar entre otros manjares de la sabrosa Galicia, recorre ahora la ría, porque después de sus locales en Santurtzi y Barakaldo, desembarca en la capital vizcaina. Esa quinta provincia gallega que es la margen izquierda del Nervión ha respondido durante años a esta familia gastronómica. Bilbao, ciudad cosmopolita y políglota con tanto turista en sus arterias, también fala galego, como se vio ayer en la multitudinaria puesta de largo de La Batea, donde acentos y apellidos del rincón en el que ni las meigas pueden evitar relamerse con la empanada, el pulpo, el lacón, los cachelos, los percebes y, por supuesto, o . Y claro, todo regado con un buen Albariño o Ribeiro.
Así que la tierra del Eusko Label hace hueco en su corazón a la apuesta segura que es Galicia Calidade. Francisco González y José Manuel Almaraz están al frente del equipo de una docena de personas que atiende a los fogones y tras la barra en el restaurante que recibe los reflejos titánicos del Guggenheim. Todos ellos tuvieron trabajo de lo lindo ayer en el primer día de La Batea en el botxo, ya que numerosas personas, animadas porque su estómago no podía resistir la tentación, asistieron a su menú inaugural. Entre todas ellas, se encontraba Xabier Ochandiano, el concejal de Desarrollo Económico, Comercio y Empleo del Ayuntamiento de Bilbao, que, feliz, sonreía ante la apertura de un nuevo negocio en las calles de la villa, en concreto, en un pedazo de la capital con pedigrí hostelero. Patricia Mera, Millán González, Paqui Ortega, Nati Ortega, Puri Ruiz, Isabel Franco, Charo López, Alfonso González, Merche Casado, Claudia Peña, Ariane Krug, Jon Lantarón, José Salguero, Alazne Goenaga, Javier Miota, José Antonio Fernández, María Torres, Araceli Hernández, Sergio Perea, Tania López y Eneko González probaron los mejillones que no duraban ni un segundo en las incontables bandejas de La Batea, el establecimiento con el nombre de esa embarcación que salpica, sobre todo, las Rías Baixas gallegas, como aquí lo hacen las traineras que se mueven con el pundonor de los remeros.
Eva María Díaz, Arantza Zulueta, Maika Rodríguez, Aline Hernández, Rosa Herrero, Sonia Alonso, Edurne Andrés, Toño Ortega, Manoli Ortega, Txomin Alias, Carmen Rosa, Pepa Isidro, Sara Moure, Inés Molina, Edurne Uriarte, Maite Couso, Inés Bravo, Santiago García, Iker Sánchez, Nagore Alonso, Julen Vázquez y Álex Gómez también formaron parte de los primeros platos de este nuevo fruto de la alianza vasco-galega, territorios, ambos, de mar y buen paladar. Bon proveito, on egin.