EN una cita cada vez más arraigada en el calendario mungiarra, la localidad de Mungia acogió ayer la décima Feria de Plantas Autóctonas, Ornamentales y de Paisaje. Foruen plaza fue la encargada de albergar tres talleres sobre plantación y floristería, una exposición de maquinaria agrícola y dispares puestos de plantas.

Desde fresnos a margaritas, pasando por manzanos y plantas de nombre casi impronunciable, la plaza mostró un aspecto alegre y colorido a pesar de que la lluvia caía intermitentemente. Los productores, venidos en su mayoría de Bizkaia, sedujeron a los presentes con su género. De Meñakabarrena acudieron por cuarto año los productores Etxelore, quienes desplegaron una enorme variedad de plantas para jardín y balcón. “Nosotros producimos en casa todo tipo de plantas de temporada como begonias, claveles, geranios, pendientes de la reina y petunias” explicaban.

Aunque abril es una fecha tardía para los árboles, siendo noviembre y diciembre el mejor momento para transplantarlos, se pudieron ver toda clase de árboles y arbustos autóctonos de Bizkaia de la mano de Bertoko Basoa, un vivero de Larrauri. “La mayoría de la gente cree que los árboles de aquí son solo el roble y el haya, pero hay muchas clases, como el fresno, el espino, el abedul o el manzano silvestre” aclaraba el experto.

APRENDIENDO Sin lugar a dudas, los talleres fueron las estrellas de la jornada. Los niños pudieron disfrutar de un taller de manualidades y floristería de la mano de Lekanda floristas. A su lado, los adultos escucharon atentamente los consejos del agricultor Iñaki Melgosa, quien ejecutó el taller Un huerto en tu casa en el que explicó, entre otros, la importancia de los tratamientos ecológicos en las plantas y cómo reconocer la fauna auxiliar y beneficiosa de nuestros cultivos. Tras él, el educador ambiental Ernesto Zeoane dio las claves para fabricar en casa el mejor compostaje.

Mientras tanto, la cubierta de Andra Mari acogió los puestos de alimentación que trajeron consigo productos tan elaborados como mermeladas caseras, pasteles artesanales y quesos de oveja. En el mismo recinto se encontraban la Sociedad Cooperativa Garaia que presentó su propuesta de huerto urbano Huertik. Un proyecto de turba y abono de liberación lenta condensado en una malla que ocupa poco espacio y es perfecto para crear un huerto de manera fácil y sencilla en los hogares. Ya saben, no hay excusa para no ponerse a ello.