Estos días están como locos. Lo saben y, a pesar de ello, cada operación salida de Semana Santa es una aventura para los vigilantes de guardia en el Centro de Gestión de Movilidad de Malmasin, el corazón del sistema foral que controla la red viaria de Bizkaia. Como todos los Jueves Santos de cada año las caravanas se repiten en la salida de la autopista A-8 camino de Cantabria. Kilómetros de vehículos cargados de ilusiones vacacionales que ayer, afortunadamente, no registraron accidente alguno.
“Las pantallas sirven para vigilar todas las carreteras que tenemos monitorizadas y activar los recursos necesarios a cada incidente según su importancia”, explica Carlos Estefanía, subdirector foral de Gestión de la Red Viaria.
Estefanía, como responsable del centro, sirvió de anfitrión el pasado martes al diputado de Desarrollo Económico y Desarrollo Territorial, Imanol Pradales y al director de Infraestructuras y Desarrollo Territorial, Jon Larrea, en la visita que realizaron para presentar la nueva aplicación para los teléfonos móviles, Bizkaimove. Una herramienta informática que avisa a los conductores de los siniestros e incidentes que se producen en las carreteras de Bizkaia pocos segundos después de que la información llegue al Centro de Gestión.
En estas dependencias, ubicadas al lado de los túneles de Malmasin, trabajan las 24 horas los 365 días al año. En cada turno diurno tres personas más el jefe de sala, por la noche, los especialistas son dos, pero se multiplican hasta sumar seis vigilantes en sala cuando se producen hechos excepcionales como cuando un temporal de invierno trae de cabeza el tráfico de camiones y turismos. Un gran mural alargado con 10 paneles, que se pueden dividir en cuatro pantallas cada uno sumando un total de 40 imágenes en directo a la vez, es el alma mater de estas instalaciones.
Estafanía indica cual es el modus operandi del sistema nada más que salta una alarma por cualquier incidente que ocurra, sea grave o sin importancia. “Lo primero es identificar las situaciones de riesgo y emergencia a partir de las alarmas de los distintos sistemas que disponemos”, explica.
En directo Todo lo que ocurre llega en directo a este corazón gracias a una red de 107 sensores basados en espiras ubicadas en el asfalto y más de 125 cámaras de televisión de circuito cerrado. A ello se añaden 30 paneles informativos y una red de fibra óptica de decenas de kilómetros. Todo ello permite tener monitorizados un total de 132 kilómetros de carreteras, en los que también trabajan equipos de campo. El centro también recibe comunicaciones de efectivos como SOS Deiak o policías municipales.
“Con toda esa información entonces se movilizan los recursos necesarios tanto forales como externos donde se incluyen Ertzaintza o bomberos”, apunta Estefanía.
Los tramos más especiales para estos vigilantes del asfalto son los que están bajo tierra. A excepción de los túneles de la Variante Sur Metropolitana, que cuenta con un centro de control propio, el resto de las galerías que permiten circular a los vehículos por la red viaria vizcaina son vigiladas desde Malmasin.
“El riesgo que supone cualquier siniestro en el interior de un túnel implica un mayor control”, explica el subdirector foral.
Por ello tiene una aplicación informática especial, una red propia con un centenar de sensores y 186 cámaras de televisión y domos, y controlan diversidad de parámetros como la ventilación, el anhídrido carbónico, el viento, además de tener al día los sistemas antincendios de túneles como los de Bolunburu, en Zalla, los de los nuevos accesos a Bilbao por San Mamés o los ya veteranos de Artxanda.
Además de esta labor oteadora, el centro de Malmasin supervisa y controla todos los equipamientos ubicados en las carreteras, coordina la conservación integral que se efectúa en los 1.321 kilómetros que componen la red viaria de todo el territorio y gestiona todas las labores preventivas necesarias tanto de obra civil como de las instalaciones de los túneles bajo su responsabilidad.
La última función encomendada es la de aportar toda esta información a la ciudadanía en Internet y ahora en el móvil, para que tome decisiones a la hora de iniciar un viaje. “Cada vez tenemos una red más eficaz y eficiente creando carreteras inteligentes”, aseguró el diputado foral, Imanol Pradales el pasado martes.
Un escenario que no tiene nada que ver al existente en 1972 cuando se inauguraron los túneles de Malmasin y estas dependencias que, entonces, solo vigilaban estas largas galerías. El obsoleto panel con pequeñas luces que se usaba entonces cuelga en una de las paredes del centro de gestión. Un guiño a los orígenes que mira al futuro.