El sofá de la igualdad en Barakaldo
LA sociedad de Barakaldo abordó ayer, 8 de marzo, la desigualdad de género desde un punto de vista personal
Barakaldo Antzokia se convirtió ayer, con motivo del 8 de marzo, en un rincón de pensar y de hacer pensar a quienes escuchaban a las personas que decidieron sentarse en un sofá chester y someterse a preguntas acerca de sus actitudes en materia de género.
Sobre las tablas de uno de los equipamiento del teatro barakaldarra se colocó un sillón y, a través de las preguntas formuladas por una entrevistadora, los vecinos que quisieron someterse a este cuestionario fueron narrando sus experiencias y su visión sobre la igualdad. Desde el sofá se pudieron escuchar frases como “todos somos iguales” o “la única diferencia entre hombres y mujeres es que unos orinan de pie y las otras lo hacen sentadas”. En el patio de butacas, un buen número de oyentes escuchaban las experiencias de sus vecinos, mientras sus confesiones eran grabadas por dos cámaras.
La oscuridad daba un toque más íntimo a las confesiones con el objetivo de que los entrevistados sintiesen más confianza. Una de las personas que hizo sus aportaciones desde este sofá fue Julio Santamayor. Él es hostelero y desde detrás de la barra puede hacer una pequeña radiografía de cómo es la sociedad. “He venido aquí porque creo que debo hacerlo, es una forma de aportar un granito de arena en favor de la igualdad porque aún queda mucho camino por recorrer”, desveló Julio.
En esa senda que tiene la igualdad real entre sexos como meta, el hostelero cree que actividades como la que ayer alumbró Barakaldo Antzokia “puede servir de ayuda”. Una ayuda muy necesaria, ya que, a su juicio, “sorprendentemente, creo que los jóvenes tienen actitudes más machistas que los mayores y es una tendencia que, entre todos, debemos cambiar”.
Belit Solar es joven, tiene 29 años y es atleta profesional. Además, es entrenadora en el Club Atletismo Barakaldo por lo que en su día a día convive con la juventud de la localidad fabril. Ella también pasó por el sofá de las confesiones en materia de igualdad y contó su experiencia. “Siempre he asumido que los jóvenes también han de tener referentes femeninos en el mundo del deporte”, confiesa Belit, quien explica que dentro del mundo del atletismo “no he notado ninguna diferencia respecto a mis compañeros chicos, pero la sociedad sí hace distinciones”.
Menos atención de los medios que a deportistas hombres o el menor apoyo de las instituciones al deporte femenino son cosas que, a juicio de Belit, “han de cambiar para que todo se equipare”.
Autocensura Tantos años de poder masculino en la sociedad también deja huella en la mentalidad de muchas mujeres. “Las mujeres debemos tener carácter y determinación para luchar. Por ejemplo, los hombres no deben ayudar en el hogar, deben compartir la responsabilidad de las tareas”, señala Esther Acasuso, miembro de la asociación de vecinos Lutxana-Barakaldo.
Ella así vivió su relación con su marido, recientemente fallecido. “Muchas veces somos las propias mujeres las que nos ponemos límites y las que, por no molestar a los hombres, coartamos nuestra propia libertad”, indica Acasuso, un ejemplo de mujer luchadora. Tanto es así que, después de quedarse viuda quiere poner en marcha el proyecto de formar la primera asociación de viudas de la localidad fabril.
Las cosas han avanzado, pero aún queda mucho camino por recorrer. Así lo demuestra el hecho de que Amaia del Campo sea la primera alcaldesa de Barakaldo. “El hecho de que yo, ya en 2016 haya sido la primera alcaldesa de la historia en Barakaldo, la circunstancia de que mi llegada a la Alcaldía haya sido noticiaúnicamente por ser mujer indica que todavía queda mucho por hacer”, expuso la regidora, quien también se sentó en el sofá de la igualdad.