UNA parte muy importante del género que surtirá los copiosos menús navideños vascos pasará antes por Mercabilbao, una enorme área de mayoristas en plena ebullición durante este final de año. En días como ayer sus 13 hectáreas de pabellones y aparcamientos reciben a más de 2.400 personas por jornada. La zona de pescados y mariscos suma durante el periodo navideño hasta el 20% de su facturación anual, aunque ni la demanda ni los precios se han terminado de disparar todavía. La cautela es la nota predominante entre las empresas que trabajan en este mercado, si bien algunas muestran ya cierto optimismo de cara a los días que se avecinan.

En el interior de Mercabilbao operan más de un centenar de empresas y casi un millar de trabajadores directos que se emplean a contracorriente, mientras el resto de los vecinos descansa. Superadas las barreras que lo separan del resto del municipio de Basauri, este centro de venta de mayoristas es una especie de ciudad aparte que cuenta con cuatro cafeterías, cajeros automáticos, una administración de lotería, agencias de seguros y oficinas. La mayor parte de los empleados que trabajan en Mercabilbao comienzan su jornada sobre las tres de la madrugada, aunque los pabellones abren bastante más tarde y la hora punta es alrededor de las seis de la mañana. A esta hora, el pabellón de mariscos y pescados era ayer un hervidero. “Ahora empiezan a subir las ventas y van aumentando los precios también. El movimiento se empieza a notar claramente, aunque los días previos al 24 y al 31 se percibirá bastante más”, explicaba Eneko González, que trabaja desde hace ocho años en Mercabilbao.

Tras varios años de caras largas en los que ni siquiera la campaña de Navidad salvaba la temporada, el pasado año se comenzó a percibir cierta mejoría. Elena Soto, de la empresa Pescados Triano, se mostraba ayer esperanzada de cara a las próximas semanas: “Nosotros vendemos a pescaderías y también a restaurantes ya que tenemos vivero. Estamos trabajando mucho y de momento estamos contentos. Creemos que irá bien”. La otra cara de la moneda la representaba David, trabajador de Pescados Eunate: “A nivel de encargos no vamos mal, pero la venta está muy floja todavía. Yo no veo que vayamos a mejor”.

Antes de la crisis En pabellones como el de pescados y mariscos la temporada de Navidad puede decantar todo el año. Así lo explicaba Aitor Argote, director general de Mercabilbao: “Las ventas de Navidad representan para pescados y mariscos entre el 15 y el 20% de la facturación anual. En función de lo que se venda a lo largo de estas semanas el año sale bueno o sale malo”. Atendiendo a los datos del conjunto de pabellones, desde la dirección apuntan a que en los dos últimos años se ha llegado a cifras similares a las de los años previos a la crisis.

Una de las claves ha sido la consolidación de Mercabilbao como “referencia en el norte de la península”. “Hemos conseguido llegar a lugares como Valladolid o Palencia. En cuanto a dimensiones, somos uno de los mercados de este tipo más pequeños de los 23 que existen en el Estado, pero estamos entre los cuatro o cinco más importantes en cuanto a volumen de comercialización”, añadía Argote.

Con estas cifras, Mercabilbao es el mercado de mayoristas con mayor rotación de kilos de alimentos. Esta situación hace que el trasiego de vendedores mayoristas, intermediarios y propietarios de negocios parezca más pronunciado si cabe. Los precios son el principal tema de conversación. “Han empezado a subir, pero subirán bastante más”, indicaba Elena Soto. Su establecimiento es uno de los pocos que cuenta con angulas, que este año están, en la venta de mayoristas, a precios de entre 500 y 800 euros el kilo, dependiendo de la clase. Estas cantidades no fueron óbice para que durante la mañana de ayer vendiese hasta tres kilos y medio. “Una pescadería de Bilbao se ha llevado dos kilos y medio de la angula que está a 800 euros, la mejor clase. Además, he vendido otro kilo más de una clase más económica. A partir de ahí, cada pescadería y cada restaurante establece sus precios y sus márgenes de beneficio”, indicaba.

los precios En el puesto de Bizkaimar, Paco Gallego se mostraba optimista de cara a la campaña navideña y auguraba un aumento de los precios considerable. “Los precios suben de un día para otro. Las almejas finas están hoy a 33 y mañana (por hoy) estarán a 37. Un tipo de percebe por el que el miércoles se pagaban 50 euros el kilo estaba hoy a 73; y puede llegar a superar los 100 euros. El besugo, que es uno de los pescados más reclamados, ahora lo vendemos a 37 euros, pero puede llegar a más de 70 euros a lo largo de la Navidad. Hace cuatro años llegó a 80 euros. También hay pescados como la lubina o la merluza que suben muy poco. Ahí cada cual elige”, explicaba.

A apenas 50 metros del ajetreo del pabellón de pescados y mariscos, la zona de frutas y verduras era ayer una balsa de aceite. La Navidad, sin embargo, tampoco pasará de puntillas por allí. “En nuestro caso, estas fechas se comienzan a notar más tarde. La piña y la uva son lo que más suben porque la demanda se dispara. El kilo de uvas puede pasar a duplicar su precio llegando hasta los 3 euros el kilo”, indicaba Javi Garrido, de Frutas Iru.

El pabellón de frutas y verduras de Mercabilbao batió durante el pasado año su récord de ventas, con más de 215.000 toneladas de productos vendidos, otra cifra que da cuenta de la buena salud del mercado de mayoristas. Xabier Ochandiano, concejal de Desarrollo Económico del Ayuntamiento de Bilbao, alababa ayer este buen rumbo: “Me atrevería a decir que es una referencia del arco atlántico, ya que recientemente visitamos el equivalente situado en Burdeos y vimos que, aunque funciona muy bien, no llega al nivel de Mercabilbao. Es un motor económico importantísimo”.

A diferencia del resto de pabellones, el de frutas y verduras abre también por la tarde, de manera que el flujo de coches y camiones hacia Mercabilbao apenas se detiene a lo largo del día. El mejor momento de todo el año, no obstante, está a punto de llegar. En Mercabilbao lo esperan con los brazos abiertos.