Leioa - En una labor detectivesca, de gabardina y lupa en plena calle, dos alumnos de tercero de Criminología de la UPV/EHU han señalado los lugares inseguros, desde el punto de vista de las mujeres, que existen en Leioa. Laura Soto y Osertz Escobar han localizado más de 40 puntos negros en un estudio que ha quedado plasmado en 112 páginas y en el que también proponen mejoras para acabar con estos espacios.

Este análisis universitario se enmarca en unas prácticas voluntarias que ambos estudiantes llevaron a cabo el pasado verano. Como explica Escobar, querían llevar “la teoría a la práctica”. “El Ayuntamiento nos puso todas las facilidades para desarrollar esta auditoria, y por eso, nuestra gratitud al jefe de la Policía Local de Leioa, Ricardo Egiguren, es enorme, ya que, junto con los agentes, ha estado todo el rato ayudando y colaborando con nosotros”, comentan los alumnos.

El paso subterráneo situado en el Paseo Landabarri, las escaleras entre la calle Artatza y la calle Basañese, el paso entre los portales 94 y 96 de Langileria... Son solo algunas de las zonas conflictivas en las que profundizan Soto y Escobar.

Así, el trabajo incide en la necesidad de acondicionar los espacios que no dispongan de elementos de seguridad básicos. “En el caso de las pasarelas subterráneas, se deberían añadir rutas alternativas seguras como una pasarela aérea, instalar cámaras de videovigilancia, aumentar la iluminación, limitar el tamaño de árboles y plantas a unas medidas adecuadas... También habría que ampliar la presencia de la Policía Local en la calle, poner seguridad privada en las cercanías de la boca de metro las noches de los viernes y sábados, además de apostar por las lanzaderas del metro al centro del municipio”, enumera Escobar, que considera que mejorarían mucho el diseño de los espacios urbanos si se coordinasen diferentes profesionales como los arquitectos, responsables técnicos del Consistorio, botánicos, criminólogos, etc. “Con el fin de evitar crear lugares que en la práctica causen inseguridad o dificulten el control social pues, como hemos explicado, un ambiente aparentemente abandonado, donde no parece que se ejerzan controles sociales ante actos vandálicos, termina produciendo una escalada en los mismos que corre el riesgo de expandirse si no se actúa a tiempo”.

Para la elección de Leioa como municipio a analizar por estos jóvenes influyó un trabajo previo efectuado en 2009 por un grupo de mujeres de la localidad, con la colaboración del Ayuntamiento. “Este estudio precursor ha contribuido a orientarnos y a localizar los puntos negros que había, sin perjuicio de señalar otros nuevos. Asimismo, nos ha servido para evaluar las reformas realizadas estos seis años: vemos que se han corregido sensiblemente muchas, como el bulevar de Udondo, las escaleras Grupo San Juan o Viviendas de Bizkaia. Aunque sigue habiendo lugares con margen de mejora: la plaza conocida como Txakurzulo o la de Cervantes. No obstante, hay que explicar rotundamente que el volumen de delito en Leioa es muy bajo”, subraya Soto.