bermeo - Las protestas de los vecinos de Txibitxaga, en Bermeo, que no están de acuerdo con la ampliación de un astillero que tienen junto a sus viviendas y que servirá para la construcción y reparación de embarcaciones de madera y plástico reforzados con fibra de vidrio, una actividad que consideran molesta y “nociva” para la salud, cuentan con el respaldo del grupo municipal del EAJ/PNV en el Ayuntamiento de Bermeo, que comprende las movilizaciones llevadas a cabo por los vecinos recientemente.

Los jeltzales consideran que “no hay que situar una industria de este tipo en el centro del municipio” debido a la “alta toxicidad demostrada” de los materiales empleados para llevar a cabo esta actividad que resultan “inflamables y peligrosos como catalizadores, barnices...”, detallan.

Asimismo, consideran que esta ampliación del astillero ha generado “una gran alarma social” en la localidad y que el Ayuntamiento lo que debe apostar es por cuidar “el mayor patrimonio del municipio que son sus vecinos y su salud”.

En este sentido, los jeltzales están a favor de “impulsar la industria” en Bermeo pero consideran que el Ayuntamiento “debe facilitar suelo industrial, como se ha hecho con las conserveras”. “Estamos a favor de este tipo de actividad industrial pero hay que sacarla fuera del núcleo urbano”, argumentan.

Respecto al actual astillero, los jeltzales manifiestan que no consideran que se deba “quitar esa actividad” dedicada a la construcción de embarcaciones de madera, sino que “no se debe permitir el aumento de la misma” y para eso tiene que actuar el Ayuntamiento, que es quien “concede la licencia de actividad”.

Sobre esta línea, los jeltzales apuestan por “pedir la revisión del plan especial del puerto” con el objetivo de que no puedan producirse actividades de este tipo junto al núcleo urbano.

ararteko Precisamente uno de los mayores desencuentros de los vecinos en relación a este asunto es el referido a la falta de información urbanística proporcionada por parte del Consistorio bermeotarra, según denuncian. Ante esta situación, que se prolonga desde principios del verano pasado, los vecinos optaron por trasladar su petición al Ararteko, que finalmente les ha dado la razón. Este organismo, encargado de defender a la ciudadanía en relación con las actuaciones y políticas públicas de las administraciones vascas, como sugerencia para solucionar el problema expone la posibilidad de reunirse con vecinos y asociaciones para favorecer la participación de los interesados en temas urbanísticos. “Según ha quedado puesto de manifiesto en este expediente de queja, transcurridos varios meses desde la solicitud de abril de 2015 reiterada en junio de 2015 no hay constancia de respuesta alguna que permita el acceso a la documentación o que la pudiera denegar por algún motivo tasado en la normativa”. Así, el Ararteko, de acuerdo a la ley, ha dado el plazo de un mes al Ayuntamiento de Bermeo para que resuelva la desinformación denunciada por los vecinos.