245 cazuelas en el Sukalki de Mungia
Con casi cincuenta ediciones a sus espaldas, el Sukalki es una cita ineludible para los mungiarras. De nuevo, el parque Uriguen se ha llenado de calientes guisados que han empapado el ambiente con un excelente aroma.
Desde primera hora de la mañana, fueron muchos los que se congregaron en el parque Uriguen para coger los sitios clave. Cargados con las carpas y los enseres de cocina, los participantes se afanaron por conseguir un buen lugar en el que comenzar a preparar los guisados.
Las cuadrillas se instalaron a lo largo de la madrugada y la mañana en la explanada del parque. Tras montar las carpas, algunos con bastantes dificultades y con problemas a la hora de distinguir si el orden que empleaban era el correcto, los diferentes miembros de los grupos se repartían los quehaceres. Mientras que unos sacaban el desayuno, otros montaban las mesas y otros recogían las maderas para el fuego.
Tras poner todo a punto comenzaba la elaboración de este típico guisado. Algunos pelaban patatas, otros revisaban el caldo y había quien incluso aprovechaba para echarse una cabezadita en la tumbona o encima de la hierba.
Cuando el parque comenzó a adquirir el exquisito aroma de los guisados todavía se podían ver algunos rezagados, pidiendo perdón por haberse quedado dormidos, aparecer en el parque con una bandeja de pasteles o las barras de pan a modo de disculpa. Así, el parque Uriguen se convirtió una vez más en el centro neurálgico de este concurso gastronómico de gran participación.
Como explicó el incansable presentador del evento, Jose Ángel Gabiola, más conocido en la localidad como Gabi, “el concurso, que comenzó a celebrarse en 1964, cumple su cuadragésimo novena edición este año y su 51 aniversario este año. Esto, aunque suene raro, ocurre porque el acontecimiento no pudo celebrarse durante varios años ya que la situación política lo impedía”. Fueron muchos los datos históricos que dio el mítico presentador, además de anunciar a los más rezagados que se acercaba la hora de entregar las cazuelas.
Este año, el Sukalki Eguna ha vuelto a lograr reunir a miles de aficionados a la cocina. Estos han presentado un total de 245 cazuelas. El exigente jurado, compuesto por personajes conocidos de la localidad, degustó los guisados y anotó las calificaciones de estas. Como en otras ocasiones, los jueces valoraron la presencia, el gusto, el color y el punto de los guisos presentados.
Para la elaboración de dicho plato, las bases del concurso delimitan los ingredientes a usar por los participantes. Así, los cocinillas utilizan falda o zancarrón, carne de aguja, patatas, cebollas, zanahorias, tomates, guisantes, pimientos rojos, aceite y sal. Aunque el jurado es bastante exigente en este aspecto, en el certamen podemos encontrar veteranos que usan “formulas secretas, pero no se pueden revelar, ¡que luego nos copian todos!”.
Los ganadores del sukalki 2014, con Ramón Zabala a la cabeza, preparaban para esta ocasión una gran cazuela que con solo mirarla apuntaba a premio. Según Zabala, abogado de profesión pero chef de txoko, y de su cuadrilla, el truco de un buen sukalki es “dejar pochar la cebolla lentamente, echar pimiento choricero en su medida y sobre todo ir retirando la espuma de grasa del puchero”.
Sin embargo, y aunque hay muchos veteranos participando, el sukalki siempre cuenta con la representación juvenil. Estos se despegan de sus familias y comienzan la andanza del sukalki con sus propios amigos. Aunque algunos se mostraban un tanto inseguros repasando la receta del guisado en los smartphone, otros se las daban de expertos y no dudaban en afirmar que ellos podrían lograr quedar “entre los veinte primeros, seguro”.
Como manda la tradición del Sukalki Eguna, los participantes se vistieron de blanco y azul representando los colores de la localidad. Cocinaron a fuego lento los deliciosos guisos y la jornada pasó tranquila para los allí congregados.
El año pasado la lluvia parecía no tener fin. Fueron varias las carpas que no pudieron aguantar la incesante lluvia y los participantes tuvieron que retirarse. Así, y con gran tristeza, fue imposible presentar todas las cazuelas inscritas. Para esta edición de 2015, la asociación encargada de organizar el evento, que volvió a ser Danak Bat Pelotazale Elkartea, solo esperaba “que la lluvia aguante y los concursantes puedan andar tranquilos cocinando. Esperemos que no nos pase lo del año pasado. Parece que va a aguantar”. Dicho y hecho. Aunque durante la jornada la lluvia hizo acto de presencia, las aguas volvieron a su cauce en pocos minutos y los participantes pudieron cocinar sin más sobresaltos. Además, la asociación se encargo de que todas las cuadrillas recibieran bolsas de plástico de diferentes colores para reciclar así los desechos del certamen y cuidar del aspecto del parque.
La jornada más famosa de las fiestas de San Pedro de Mungia y el Sukalki Eguna más conocido de Bizkaia estuvo amenizado con la música de Gure Ametsa Txistulari Taldea, la trikitixa de Roberto e Idoia y la Fanfarria Txikuri, que llenaron la campa de Uriguen con sus alegres melodías.
El Sukalki, que se fundó hace más de cincuenta años, se completó tras la sobremesa con la entrega de premios que contó con sendos regalos cedidos por los comercios del municipio.
Para finalizar el día, la tarde fue animada con un pasacalles también de la mano de la fanfarria Txikuri que dio paso al famoso “ure-ure”. De ese modo, los más enérgicos pidieron a los vecinos de la localidad que los mojasen desde los balcones. Estos, una vez más, no defraudaron a los allí congregados, en su mayoría niños y jóvenes, y a base de baldes, mangueras y chorros, cumplieron sus deseos.