TÚ reinabas detrás de la barra del único bar que vimos abierto, cantaba Joaquín Sabina. El viejo bardo de las letras no cantaba a los escenarios que hoy nos ocupan, no. Las que hoy protagonizan esta historia son más barra de mediodía que de medianoche, antes tierra de matahambres que lugares para curarse de la melancolía a base de gintonics. No por nada les hablo de la XVII edición del concurso de pintxos-Pintxo Txapelketa Bilbao Bizkaia 2015 cuyo veredicto se conoció ayer en la Escuela de Hostelería de Artxanda que dirige Joseba Lozano y en la que se destapó todo un pequeño mundo de las delicias a pedir de boca de los presentes.

Uno de los eternos debates de nuestro pueblo es aquel en el que se juzga cuáles son las mejores barras, las más y mejor abastecidas. Cada cual tiene su predilecta, aquella imprescindible. No obstante, el certamen celebrado ayer contó con la presencia de un jurado de hondo y recto criterio que juzgó con lupa las aportaciones de los 59 locales participantes. No en vano, fueron diez hombres sin piedad los que juzgaron dos de los galardones principales, el pintxo libre y el pintxo con ingrediente estrella, la anchoa. Así, Paul Ibarra, del restaurante Los Fueros; Fernando Marina, del restaurante Zapirain; Igor Ozamiz, de la Escuela Superior de Hostelería de Artxanda; Josu Ibarra, del restaurante Zuria; Iñigo Ordorika, del restaurante Zallo Berri; Aitor Elizegi, del Bascook y el Txocook; Sabin Arana, del Jolastoki; Txomin Gómez, del restaurante Lurrina; Luis Calderón, del Yandiola y Jabier Gartzia, del restaurante Boroa, dictaron sentencia y juzgaron que el Huevo carbonizado que sirven los hermanos Iñigo y Koldo Kortabitarte en la barra del Kobika, allá en Durango, es el mejor pintxo libre de Bizkaia. La combinación entre huevo, patata, nata, jamón ibérico y aceite de trufa encandiló a los comensales de lujo, que le concedieron el palillo de oro. El palillo de plata también se posó en Bilbao, en el Duplex, con un bocado bautizado con el sobrenombre de Amanecer en el Bosque, mientras que el palillo de bronce llegó hasta la Urtza Taberna de Amorebieta, con su singular Mejillón en lata. Puestos ya en la categoría de pintxos con Anchoa, Manuel Eduardo, del Hari-tza Gastro Bar & Café de Mungia se alzó con el mondadientes de oro por sus Macarrones de anchoa e Idiazabal ahumado, por delante de Anchoa y Vermouth, aperitivo perfecto elaborado en la misma casa y el bronce conquistado por Kobika por una Paella de anchoa. Ya saliva el teclado...

La tarde fue poblándose de galardones. El palillo de oro premio especial del público distinguió al Tataki vasco japonés elaborado en el Sagarra Gastro Pub de Ermua, mientras que el premio al mejor establecimiento de pintxos se detuvo en la barra de La Olla, allá en la Plaza Nueva de Bilbao. El Huevo Frito, allá desde donde José Pereda gobierna en García Rivero, se llevó el palillo de plata y el palillo de bronce volvió a distinguir la barra al completo del Sagarra Gastro Pub de Ermua.

Mil y un maravillas ¿Qué se valoró en este certamen? Más, mucho más que la sorpresa en la boca. Fueron mil y un maravillas, desde la atmósfera del local, hasta su decoración, pasando por la iluminación, el hilo musical, la temperatura, el servicio y distribución de los pintxos y la limpieza de los locales, sin olvidar la calidad de los ingredientes, el precio de venta, la preparación y su presentación. Ahí es nada.

A la larga, intensa y jugosa tarde acudieron el director general de Turismo, Gabino Martínez Arenza; el secretario general de la Asociación de Hostelería de Bizkaia, Ángel Gago; el responsable de Field Marketing Norte de Mahou San Miguel, Iñaki García Miguel, Víctor del Estal, Ander Calvo, Igor Ruiz, Luis de la Fuente, Mari López, Igor Kataretxa, Julen Baz , Kenny Mendes, Aingeru Etxebarria, Laura Martínez, Juan Manuel Mella, Boni García, Tomás Sánchez y su hijo, Hugo Sánchez, Tomás Ruiz, el concejal Xabier Otxandiano, Carlos Punto Maite Barriola, Jon Aldeiturriaga, Gonzalo Gómez, David Ruiz, Iñigo Ruiz, Joseba Mendikoetxea, Asier Rodríguez, Oscar Fernández, Juan Carlos Ayerbe, Ángel Bengoetxea y una legión de gente que vivió de cerca y con intensidad toda una jornada que despertó pasiones.

Se anunció que durante los días 4 y 7 de junio y entre el 11 y el 14 del mismo mes el jurado recorrió los 59 locales participantes. Asimismo, el jurado enarboló la bandera de la calidad al levantar testimonio sobre la calidad de las barras de esta tierra, donde se levantan auténticos mausoleos para la comida en miniatura, corta en talla y gigantesca en sabores. A todo ello respondieron con aplausos Maite Berriozabal, Aintzane Ortega, Miren Olaizola, Igone Ruiz, Jon Etxebarria, Izaskun Mendieta, Ander Otalora, Mikel Aranguren y un buen número de gente que se sumó a la fiesta del gran sabor en pequeñas dosis. En su décimo séptima edición, el certamen demostró que se ha coronado como una referencia absoluta para guiar a los hambrientos y sedientos que circulan, circulamos, por nuestras calles.