aUNQUE suene a bilbainada, el botxo es una de las mecas del vermut preparado. Hasta 36 establecimientos se han encargado en las últimas tres semanas de demostrarlo dentro de La Ruta de Cinzano, un recorrido que concluyó ayer con el Bernardo Café Bar coronándose con el reconocimiento de Mejor Vermut de Bilbao. En una disputada final a seis celebrada en la terraza del Silken Gran Hotel Domine, Fran Ceacero, un “bilbaino nacido en Jaén”, se acabó llevando a este local de la Gran Vía un reconocimiento que le sitúa como el local de referencia de esta bebida.
Cada uno de los participantes en la gran final de ayer dispuso de ocho minutos para convencer a un jurado especializado de que su vermut merecía ser reconocido como el mejor de “la capital del vermut preparado”. Así bautizaron ayer a la villa por su tradición en la elaboración de este aperitivo, un bagaje que hizo que la firma Cinzano decidiese apostar por la capital vizcaina para impulsar esta iniciativa organizada junto a la agrupación Bilbao Centro. En ese breve periodo, los seis participantes no escatimaron en recursos para llevarse el gato al agua y sorprendieron utilizando ingredientes tan insospechados para la mayoría como sprays de amaro, caviares con sabor a lima o una peculiar gominola de aceituna.
En el caso del vermut preparado por el Bernardo Café Bar, situado en el número 69 de la Gran Vía, Fran Ceacero apostó por una mezcla de Cinzano con ginebra, campari, carpano y licor de naranja, acompañado de espirales de naranja y limón, y el spray de amaro (licor de hierbas italiano). “Solemos hacer una mezcla muy similar en el bar, aunque en este caso lo hemos cambiado un poco. Parece que al jurado le ha gustado y estamos encantados”, explicaba tras proclamarse vencedor.
Este jienense llegó a Bilbao procedente de Linares hace 12 años y aprovechó la ocasión para reivindicar la tradición de la villa con respecto a esta bebida. “El vermut preparado es nuestro y lo digo yo que soy un bilbaino que nací en Jaén porque quise. La cultura del vermut preparado que hay aquí no la hay prácticamente en ningún sitio. Somos la envidia de otros lugares y es algo que tenemos que aprovechar porque después de la moda del gin-tonic el vermut está pegando muy fuerte”, indicaba.
El Bernardo Café Bar tuvo cinco duros competidores en el resto de finalistas: Corinto y Oro ( calle García Rivero), Scala (Ercilla), Attico 14 (alameda de Mazarredo), Txelus (Juan Antonio Zunzunegi) y Las Torres (Simón Bolívar). El representante ayer de Attico 14, Alberto Aparicio, trató de imponerse utilizando “un licor de alcachofa italiano” y escanciando la mezcla. El público pudo dar fe de que se trataba de una combinación tan llamativa como atractiva.
Al término del concurso y con los participantes haciendo piña, Jorge Aio, gerente de Bilbao Centro, hacía balance de una iniciativa que después de tres semanas de bar en bar pretende dejar poso: “La participación ha sido impresionante y el nivel de especialización ha servido para confirmar que somos la referencia en lo que a vermut preparado se refiere. El nivel ha sido altísimo y la iniciativa ha valido también para impulsar la formación de esos establecimientos que quizá no tienen tanta tradición. Con este concurso se ha demostrado el por qué de la fama que tiene Bilbao”.