Ander Goyoaga
Igorre - La historia de Ben Sharrock e Irune Gurtubai comenzó en un aula del la Academia de Cine de Edimburgo. Cuatro años después, tienen su campamento base establecido en Igorre, desde donde se mueven por medio mundo para desarrollar su vocación por el cine. Esta primavera han rodado en el valle de Arratia y otras localidades vizcainas Pikadero, una ópera prima que llega tras años trabajando como directores creativos, guionistas o directores de cortos. Un trabajo que, no obstante, es solo el principio de una incipiente carrera cinematográfica que afrontan cargados de ilusión.
En el largometraje Pikadero, el escocés Ben Sharrock ejerce de director, mientras que Irune Gurtubai ha hecho el papel de productora. Este proyecto es para ambos la culminación de un pequeño sueño. “Comenzamos a trabajar en esta película hace alrededor de un año y supongo que para todos los cineastas es un momento muy especial, una especie de hito. Está siendo un trabajo duro, pero a la vez es muy gratificante”, explica Irune. En el reparto de esta película, que llegará a la gran pantalla tras el verano, han contado con Bárbara Goenaga, Joseba Usabiaga, Lander Otaola, Zorion Eguileor o Itziar Lazkano. La versión breve de este largometraje les sirvió para cosechar dos premios Bafta de la Academia Británica de Cine destinado a jóvenes talentos.
La grabación se realizó fundamentalmente en localidades arratiarras que Irune conoce al dedillo porque, pese a ser de Elorrio, su familia procede del valle. Ahora es también el hogar en el que reside junto a Ben Sharrock, cada vez más adaptado a su vida en Arratia. Durante el rodaje se le podía ver incluso chapurreando euskera para dirigirse a los actores. “Estuvimos grabando tres semanas, que es muy poco tiempo, aunque lo conseguimos terminar con éxito y a tiempo. Fue fantástico trabajar con todos los actores. Grabamos en una mezcla entre euskera e inglés, con Irune ejerciendo de traductora”, explica, al tiempo que confía en poder mejorar su euskera de cara al próximo rodaje.
Una de las dificultades que tendrá en ese desafío de mejorar su euskera será el ritmo de vida y de viajes que llevan. Ben e Irune están acostumbrados a viajar para poder trabajar en diferentes proyectos cinematográficos. Durante los últimos años han trabajado y se han formado en Reino Unido, Irlanda, India o Estados Unidos. Esta pareja incluso vivió temporalmente en Dubai, donde Ben trabajó como director creativo en una agencia e Irune ejerció de coordinadora de producción de anuncios de algunas multinacionales. No en vano, se da la circunstancia de que especialmente Ben es un enamorado del cine del medio oriente, en parte porque, además de Ciencias Políticas y el máster cinematográfico en el que coincidió con Irune, estudió árabe.
En todo caso, consideran que en Bizkaia también se puede desarrollar una labor cinematográfica. “Está claro que en Madrid o Londres hay una industria mayor y también más oportunidades. Sin embargo, en Bizkaia y Euskadi también existe una industria y creo que hay varios cineastas que lo han demostrado. También se puede hacer cine desde Igorre”, explica Ben Sharrock.
Según indica Irune, ya tienen en mente “un par de proyectos más” y su objetivo es poder rodar otra película durante los próximos años. En todo caso, Pikadero se encuentra aún en plena posproducción con el objetivo de poder llegar puntual en otoño y a partir de ahí moverla por el mayor número de festivales. De momento, han empezado con buen pie y confían en que ese guion que escriben con ellos de protagonistas siga siendo tan bueno como hasta ahora.