El arco iris embotellado
DELIMITADA al norte por la muralla de la sierra de Cantabria y la sierra de Toloño y al sur por el río Ebro, la Rioja Alavesa es una tierra fecunda. Todo allí, en aquellos suelos, gira alrededor del vino, su auténtico astro rey, el sol que les alumbra y calienta. No en vano, vista la variedad de vinos que allí nacen puede hablarse de un arco iris embotellado. ¿Por qué no? No en vano hoy vengo a hablarles del proyecto Rioja Alavesa Ardo Koloreak Basque Wine, un evento enológico que ayer se celebró en otro espacio singular, Yimby, promovido por el departamento de Desarrollo Económico del Gobierno vasco y la desembocadura de ABRA, la Asociación de Bodegas de la Rioja Alavesa que preside Gabriel Frías del Val y que dirige Inés Baigorri.
Fue un viaje de los vinos de las bodegas de Rioja Alavesa a Bilbao, más en concreto, ya está dicho, hasta Yimby, donde depositaron un mensaje en la botella: son los nietos de la vid de un territorio lleno de colores y de sabores sorprendentes, todo un arco iris. No solo llegaron para exihibirse con todo su esplendor, sino que trajeron consigo un buen número de experiencias. Así, durante ayer y hoy se ha desplegado todo un catálogo de actividades, desde jornadas profesionales para bodegueros, hosteleros, restauradores y distribuidores de alimentos y bebidas hasta una exposición de bodegas y catas guiadas por los propios bodegueros, pasando por la activación del programa wine lovers en el que se narra, de primera mano, la historia y singularidad de esas tierras y bodegas y en el que ha activado, en 30 bares y tiendas asociados a Ardo Koloreak en Bilbao, la búsqueda de un dispositivo en la barra o el mostrador para participar en un sinfín de juegos y concursos.
juan que ríe Esta singular cita tuvo una presentación en público en la que los asistentes corroboraron aquello que dijo el compositor francés Antoine Désaugiers, ¿se acuerdan...? Si no lo hacen se lo recuerdo yo: el cielo hizo el agua para Juan que llora e hizo el vino para Juan que ríe. A la cita no faltaron Peli Manterola, director de Calidad e Industrias Alimentarias, Desarrollo Económico y Competitividad (aprovechó el paso de la paloma para pedir a productores y consumidores que reivindiquen el matasellos de Rioja Alavesa...); el director de la Escuela de Hostelería de Artxanda, Joseba Lozano, Ricardo Barkala, quien recordó que regresaba al papel de concejal de Bilbao en un encuentro tan agradable como ese, Xabier San Miguel, Miguel Madariaga, quien recordaba los viejos tiempos en los que viajaba al Tour de Francia con centenares de botellas de vino de la Rioja Alavesa; Ángel San Mamed, emisario de los Arcos de Quejana, la bodeguera María Victoria Cañas, Xabier Otxandiano, Alfonso Gil, Beatriz Marcos, Joserra Taranco e Isidro Elezgarai, en nombre de Laboral Kutxa, impulsora de este viaje, Mikel Arieta-Araunabeña, en nombre de la Cámara de Comercio de Bilbao, Asun Eguren, Eduardo Mozo de Rosales, secretario general de de la Cámara de Comercio e Industria de Álava; Juanan Bilbao, José Luis Iturriaga, Verónica Bretes, encargada de llevar las riendas de la presentación de mediodíay una legión de vinícolas empedernidos.
No fueron los únicos cautivados por esa tierra resplandeciente. No en vano, a la cita tampoco faltaron Kike Hermosilla, director comercial de DEIA; Ángel Gago, Héctor Sánchez, Juan Mari Sáez de Buruaga, Juan Carlos Landeta, Carlos Marchante, encargado de un cóctel a la altura de estas cepas, el enólogo Manu Martín, la ingeniera Sara Otero, Nagore Larabeiti, Iñaki Aretxabaleta, presidente del Consejo Regulador de la D.O. Bizkaiko Txakolina, acompañado por el secretario general Anton Txapartegi, embajadoras de bodegas de la Rioja Alavesa como Ainhoa Ruiz de Viñaspre, Olatz de Santiago, Itxaso Compañón Arrieta, Laura Muro y Estela Martínez, Juan Carlos Aranguren, Lucía Urrutia y así hasta poblar la mañana.