Ondarroa - Apenas unos metros separan el área ferial del Antxoa Eguna de la dársena en la que es descargada la gran protagonista de esta jornada festiva y reivindicativa; y en ese breve espacio la organización del evento dispondrá de un mayor número de puestos para cocinar in situ estas delicias del Cantábrico.

Serán tres puntos de preparación, que se suman a los habituales en hasta siete txokos de la localidad. Además de las anchoas fritas o albardadas, también a la vista de todos se freirán croquetas, y los pudines saldrán de los hornos en la calle Nasa, entre el Kantoipe y la parte vieja. “En total habrá entre 8.000 y 10.000 pinchos hechos de siete maneras diferentes”, explican desde Itsas Azokak Komisioa. Tortillas, filetes en aceite y en vinagreta completarán la oferta gastronómica.

Para esta última receta, la organización ya ha comprado los primeros ejemplares del total de 800 kilos que esperan adquirir a la Cofradía de pescadores local. “Lo hacemos para poder congelar las que se servirán a la vinagreta”, explica Iñaki Solabarrieta. Estas medidas sanitarias se han tenido siempre en cuenta en Ondarroa, y este año más si cabe tras la alarma creada el pasado año con la detección de un porcentaje de anisakis mayor del habitual en los bocartes del Cantábrico. “Por ahora, no estamos teniendo ningún susto, y la campaña está yendo muy bien para los arrantzales, que están capturando grandes cantidades pero no de gran tamaño”.

Otra novedad de la feria ondarrutarra será la vuelta de las rederas al recinto festivo tras cuatro años de ausencia; esta vez podrán combinar su exhibición ante los visitantes con su faena en plena efervescencia de la campaña. Además de ellas, las operarias que cada año recrean en plena calle el proceso de elaboración de las anchoas en salazón volverán a acaparar la mayor atención de los miles de asistentes.

La feria abrirá sus puertas a las 12.00, tras escuchar los tres toques de sirena del puerto. “Estos turrunes son los que habitualmente avisan de la llegada a puerto de la anchoa”, recuerdan desde la organización. Además de los juegos, exposiciones, compraventa de conservas y pintxos, y cánticos varios -la jornada concluirá con un multitudinario Boga-Boga-, se hará entrega del premio Zilarrezko Antxoi, que reconoce a una personalidad que haya trabajado en favor del pueblo, y que este año recaerá en el exarrantzale y animador de la vida de la villa, Migel Mutu. - I. Fradua