La película ‘Güeros’, ambientada en el realismo social mexicano, se inaugura en Bilbao de la mano del Cineclub FAS
EL cine es un espejo pintado, dijo el cineasta Ettore Scola, desde la convicción de que esta suerte de arte tiene la capacidad de mirar a la realidad de una manera singular, única e intransferible. En el otro lado el cineasta estadounidense George Lucas, aseguraba que el secreto de las películas es que guardan una ilusión en su interior. Todo esto viene a cuento de lo vivido ayer en el salón de El Carmen, donde el cineclub FAS que preside Txaro Landa trajo hasta Bilbao la película Güeros en presencia de Marco Ramírez, profesor de cine en la Universidad Nacional (Costa Rica). La proyección trajo consigo una de las obras más sorprendentes del pasado año, en la más pura tradición del realismo social mexicano -a lo que contribuye la propia y voluntaria fotografía en blanco y negro de la mano de Damián García que le da personalidad a la película...-, y que fue ganadora del premio a la mejor ópera prima de la sección Panorama de la Berlinale 2014 y del premio Horizontes y de la Juventud en el Zinemaldia del mismo año.
Los asistentes, entregados a esa presentación del cine mexicano a flor de piel, descubrieron una película que narra, a caballo entre la road movie y la comedia de iniciación, la historia de unos adolescentes a la búsqueda de unas raíces o de un simple lugar en el mundo. Alonso Ruizpalacios, manufacturero de este film, ha dirigido programas de televisión y obras de teatro, y ha trabajado también como guionista de series televisivas. En 2008 escribió y dirigió Café Paraíso, por el que obtuvo el Ariel al Mejor Cortometraje de Ficción, al igual que su siguiente corto, The Cú Bird’s Last Song (2010). Güeros es su primer largometraje, con Tenoch Huerta, Leonardo Ortizgris, Sebastián Aguirre, Ilse Salas y Sophie Alexander-Katz entre otros en el plantel. Ayer le aplaudieron en Bilbao al contar la vida de Sombra y Santos, que viven afincados en un apartamento al que hace tiempo ya le cortaron la luz por no pagar la renta. Reciben la visita del hermano menor de Sombra, Tomás, enviado por su madre porque ya no se soportan. La llegada del chico cambia las cosas y deciden todos emprender un viaje para rendir homenaje a un músico mítico que oía el padre de Sombra y Tomás, que nadie conoce, y que según ellos pudo haber salvado al rock mexicano.
cinéfilos empedernidos Al estreno de la película en Bilbao no faltaron, entre otros, Javier Muguruza, Esther Irigoyen, María Jesús Olaizola, José María Martínez, amante del cine “con voz de perro”, tal y como intuía en la película de ayer, el cineasta Toni Garzón, Txarli Otalora, Norberto Albóniga, Gorka Usatorre, Yolanda Idigoras, María Teresa Santos, Susana Fadon, quien alimenta la página web www.suxana.es con su pasión cinéfila, Aitor Mauri y Mónica Aparicio. Todos ellos disfrutaron con la intensidad de una historia que alterna una realidad dura con el humor, algo impropio del cine mexicano.
No fueron los únicos asistentes. A la cita tampoco faltaron Ainhoa Díez, Pablo Fernández, Arantza Cabrerizo, Gorka Etxeberria, Inés González, Mari Carmen Orbegozo, Unai Escalza, Aintzane Basaldua, Elena Palacios, Joana Muñoz, Izaskun Oleaga, Begoña Iturriaga y una buena nómina de gente entregada al cine en la distancia corta, un cine de carne y hueso frente al cine de plexiglás de las grandes superproducciones. Hubo disparidad de criterios y pareceres sobre la calidad de la película aunque sí hubo unanimidad alrededor de la escena estrella de la película. ¿Cuál? Una escena -solo una, al decir de los más exigentes...- pero antológica: un niño corre, la cámara gira 180o y se ve su sombra corriendo? Inolvidable. Del resto de la historia, según aseguraba Alberto Martínez, cinéfilo de pura cepa,harán bien en olvidarse quienes se acercaron al salón de El Carmen. Otros no. Otros elogiaron sus bellos planos y las historias entremezcladas. He ahí el cine, bueno o malo según quien lo juzgue.