Balmaseda- Solo recurren al camión para transportar las bicicletas que utilizan en las clases sobre seguridad vial que imparten en 25 centros escolares vizcainos -sobre todo en Enkarterri- y el valle de Mena. Los socios de la agrupación ciclista de Balmaseda implicados desde hace cinco años en esta iniciativa pedalean todo lo que pueden por una comarca propicia para ello por afición y orografía. Pero siempre con prudencia. Es lo que inculcan a los alrededor de 2.000 chavales de once y doce años a los que visitan en sus respectivos colegios entre septiembre y junio.
Y es que en Enkarterri las normas de tráfico “se respetan más “que en otros lugares precisamente porque la bicicleta se emplea con más frecuencia”, argumenta Kepa Merino, socio de la Sociedad Ciclista. Además de los paseos y entrenamientos en el caso de los deportistas, la bicicleta sigue siendo “un vehículo imprescindible para la juventud a la hora de comunicarse entre barrios en municipios tan dispersos como los del valle de Karrantza”.
Para evitar sustos en la carretera, los componentes de la Sociedad Ciclista de Balmaseda que colaboran en este programa educativo, denominado Txirringaeskolan, trazan un circuito a pequeña escala en los centros escolares. La gincana ayuda a trabajar la destreza sobre la bicicleta y aprender el significado de las señales sobre el terreno y no a través de los libros, al mismo tiempo que los alumnos se divierten. “Es importante saber respetar semáforos y pasos a nivel. En la comarca tenemos muchos. Por ejemplo, los de Zalla y otro entre Karrantza y Ramales -ya en Cantabria- que seguro conocerán los asiduos a nuestras carreteras”, según detalla Merino.
El proyecto también incluye charlas con personas relacionadas de alguna forma con el deporte de las dos ruedas, un apartado de nutrición que explica los beneficios para la salud que reporta pedalear, así como “nociones básicas de mecánica: desmontar una rueda, poner la cadena, arreglar un pinchazo, etc.” Así, “ciclistas, cicloturistas, directores de equipos, árbitros o mecánicos han pasado por las aulas a lo largo de estos seis cursos escolares para compartir sus experiencias con los estudiantes”.
Por último, entre los meses de abril y junio organizan salidas en bicicleta a áreas recreativas ubicadas en Enkarterri, “como la de Bolunburu, en Zalla”. Es la manera de poner en práctica lo aprendido en un terreno protegido por una red de bidegorris, además de cultivar la relación con las localidades de Enkarterri, con sus paisajes y recursos culturales. De acuerdo con este calendario, antes de las vacaciones de verano cada colegio recibe cuatro visitas de los monitores de Txirringaeskolan.
No hacen falta exámenes que certifiquen que la seguridad vial progresa adecuadamente, tan solo salir a la carretera. “En la comarca podemos presumir de un entorno magnífico para andar en bicicleta”, celebra Merino. Siempre que en las excursiones prime el respeto hacia las normas de circulación y el resto de ocupantes de la vía.
Colaboración Fundada en 1973, la Sociedad Ciclista de Balmaseda cuenta con la colaboración de otras agrupaciones radicadas en los municipios en los que se desarrolla el proyecto Txirringaeskolan. Un total de catorce socios componen la junta directiva que lleva el peso de las actividades.
Con el comienzo de la temporada ciclista el club de Balmaseda intensifica su agenda, que culmina en verano con la celebración en Balmaseda de la prestigiosa carrera Bizkaiki Itzulia, que ya ha cumplido veinte ediciones. Este año reservan una sorpresa: otra competición en ciernes prevista para mayo de la que pronto darán más detalles.