Barrika - José Madariaga tiene puesta la mirada en el pleno municipal que tendrá lugar esta tarde y en el que se tratarán diversas cuestiones acerca del futuro de la localidad pero, de reojo, ya cuenta los días para decir agur al Ayuntamiento de Barrika, institución a la que ha dedicado 24 años de su vida, los últimos cuatro como alcalde. “Tengo una mezcla de sentimientos. Me voy orgulloso por la labor realizada; alegre, por poder dedicar más tiempo a mi familia, y muy agradecido a todos los barrikoztarras que han confiado en mí”, explicó Madariaga, quien cumplirá 66 años el próximo 3 de junio.
Todo empezó en 1977, en plena transición, cuando el PNV decidió apostar por gente joven para el Ayuntamiento de Barrika. Madariaga, quien mamó el nacionalismo desde muy pequeño, fue uno de los elegidos para impulsar esa primera corporación municipal tras el negro periodo del franquismo. “Cuando empecé no imaginé que fuera a estar tanto tiempo y, ni mucho menos, que llegaría a ser alcalde”, reconoce.
Su andadura se divide en sendos periodos de doce años cada uno. Su primera experiencia como edil en Barrika duró tres legislaturas. De este modo, en 1989 decidió tomarse un prolongado descanso de la vida municipal, aunque no de la política. Retornó en 2003 y, tras dos legislaturas, finaliza ahora su carrera como alcalde de Barrika. “En todos estos años ha cambiado mucho la sociedad, Barrika y la forma de hacer política”, explica el actual mandatario barrikoztarra. No en vano, cuando comenzó su labor en el Consistorio, la democracia daba sus primeros pasos, se pagaba en pesetas, Internet era una realidad aún desconocida para el mundo y el siglo XXI parecía muy lejano. De hecho, en este tiempo, ha cambiado hasta el edificio del ayuntamiento de Barrika. “Los plenos de antes no eran como los de ahora, antes no había público. Estábamos solo los concejales y punto. El hecho de que venga gente a ver los plenos le da un componente extra”, opina Madariaga.
Desde su experiencia y la visión y perspectiva que le da el paso del tiempo, el alcalde de Barrika cree que “en este municipio se ha trabajado muy bien, pero siempre hay mucha tarea por hacer. Aquí ha habido y hay gente muy trabajadora que ha intentado y ha logrado que Barrika progrese”, afirma.
Llegar a ser alcalde Como edil, las cosas se viven con intensidad y la labor es ardua, pero todo se multiplica cuando se es alcalde. “Jamás pensé en llegar a ser primer edil, pero el partido apostó por mí, sentí el apoyo de mis compañeros y asumí el reto con mucha responsabilidad”, explica Madariaga. El actual regidor reconoce sentirse “mucho más cómodo haciendo labor de calle que en el despacho” y, por ello, su rutina diaria comienza en la calle. “Hay que estar en la calle, escuchar a los vecinos y tratar de resolver los problemas que tengan. Creo que hay muy pocos sitios del municipio, si hay alguno, que no conozco”, señala entre risas.
Cuando dio el paso para ser alcalde fue completamente consciente de que asumir esa responsabilidad en un municipio como Barrika conllevaba “estar para todo y a todas horas”. Todo ello produce desgaste y, por ese motivo, Madariaga ha imaginado varias veces cómo será el día en el que pudiera recoger las cosas de su despacho cediendo el testigo a quien salga vencedor de los comicios del próximo 24 de mayo. “Ese día quizá sea el más feliz de mis 24 años en el Ayuntamiento. Me iré muy satisfecho con la labor que he hecho y preparado para dedicar más tiempo a mi familia, sobre todo a mis nietos y a mi mujer, pero también sentiré un vacío enorme por no estar al lado de todos aquellos con los que he trabajado”, considera.
A partir de junio, el cambio en la vida de Madariaga será notorio, ya que pasará de los quehaceres de alcalde a los de jubilado. “Me retiraré tranquilo a mi baserri, a cuidar de las ovejas y vacas que tengo. Voy a tratar de vivir la vida de la forma más feliz, alegre y tranquila posible”, se promete. “Quiero dedicar a mi familia todo el tiempo que durante estos años no les he podido brindar y que se merecen”, añade.
La que no será una jornada tranquila para él será la del 24 de mayo, cuando los barrikoztarras, con sus votos, decidirán el rumbo que tomará el municipio. “Reconozco que lo voy a pasar mal. Se me va a hacer raro estar fuera de toda esa vorágine”, indica. Salga quien salga vencedor en las urnas, “este pueblo tiene un futuro muy próspero. Tenemos una buena base, que es el Plan General de Ordenación Urbana que hemos aprobado entre todos”, indica Madariaga. Él verá su desarrollo como un barrikoztarra más, aunque asume que “seguro que alguno me seguirá parando por la calle para comentarme problemas”. pese a que ya habrá dicho adiós a sus funciones en el Ayuntamiento de Barrika.