Bilbao - Se define a sí mismo como “un emprendedor de compañías de contenidos de entretenimiento en los nuevos medios interactivos”. En su extensa trayectoria destaca su etapa en la productora Endemol, a través de la que participó en el desarrollo de las comunidades digitales alrededor de programas como Operación Triunfo. Además de poseer su propia productora, Blackout, es socio inversor de Mucho Move y Boletus. Aletxu Echevarria reconoce no tener tiempo para nada, pero cuando le propusieron formar parte de Bright Vibes no pudo decir que no. Dirigido a un público joven, la aplicación móvil que está disponible en junio pretende aglutinar vídeos inspiradores con los que fomentar impactos positivos.

Según un estudio, el uso de las redes sociales en los dispositivos móviles es mayor que el ordenador. ¿El teléfono es una apuesta segura?

-Sí, es un fenómeno imparable. El consumo del vídeo en redes sociales como Facebook ha superado a Youtube en Estados Unidos por primera vez. Nosotros nos aprovechamos de dos fenómenos: el consumo del vídeo en dispositivo móvil y el hecho de que la gente cuando quiere interactuar desde su espacio personal cada vez consume más vídeo.

¿Qué papel juegan las redes sociales en Bright Vibes?

-Nos dirigimos a los millennials, los que tienen entre 18 y 34 años, o a aquellos con un espíritu joven. Se basan en una actitud de consumo audiovisual diferente: compartir es la clave. Las redes sociales son las que permiten que los contenidos se viralicen.

¿Qué diferencia a este sector del resto de la población?

-Son activos a la hora de generar influencia de consumo y de tendencias, son embajadores de movimientos, son personas con inquietudes a las que les gusta más compartir lo bueno que lo malo. También son activos para generar sus contenidos.

“Soy lo que comparto”, ¿son los ‘millennials’ los que más interiorizado tienen esta filosofía?

-Sí, esa es la claim (declaración) del millennial. Soy lo que comparto y comparto cosas que me interesan porque creo que pueden generar un impulso positivo en el resto.

¿Entiende el vídeo más allá de un simple formato de ocio que tiene capacidad de persuasión?

-Totalmente. El vídeo tiene que ser capaz de impulsar cambios positivos, como fomentar la amistad o promover movimientos solidarios. Bright Vibes nació para detener una dinámica por la que todas las noticias son negativas, porque genera una actitud pesimista.

¿Es Bright Vibes el resultado, además del avance tecnológico, de la crisis económica?

-Es el resultado de que cuando todo los impactos de los contenidos que te llegan son negativos, porque hablan de la crisis, encuentres un lugar donde todo los impactos sean positivos.

¿Cómo se selecciona el contenido?

-Hay una unidad editorial que se va a dedicar a seleccionar los contenidos generados por otras plataformas o por usuarios, así como los contenidos que hagamos a medida de las marcas: tienen que ser positivos, inspiradores... La duración de los vídeos será de dos a cinco minutos y habrá una versión para cada territorio.

¿Defienden que los contenidos publicitarios con una narración de historias son el futuro?

-Como dice el fundador de Bright Vibes: combinamos el alcance de contenidos de alta calidad con el storytelling. Recuerdo el anuncio de Ikea de esta Navidad: La campaña pretendía inspirar a los padres a que piensen en cómo aprovechar más el tiempo con sus hijos.

¿Está comprobado científicamente que las noticias negativas afecten a nuestro día a día?

-Afectan a la productividad laboral. El ser humano es menos productivo a la hora de prestar sus servicios cuando no está motivado.

Desde que fue ideada en diciembre hasta su lanzamiento en junio apenas pasarán seis meses, ¿es imprescindible la inmediatez para emprender este tipo de ideas?

-El time to market, que se dice en el sector de la tecnología, es esencial. Hace que tengamos que lanzarlo lo antes posible porque la tecnología avanza de manera vertiginosa y no queremos que sea demasiado tarde.

En principio se lanzará en Reino Unido, España, Holanda y Alemania, ¿planean ir más allá?

-Tenemos una hoja de ruta para ir extendiéndolo a otros países. Los primeros serán Francia e Italia y el objetivo final es poder estar en Francia y en Estados Unidos. Lo importante es la escalabilidad del proyecto.Respecto a su etapa televisiva, ¿qué opina sobre la necesidad de interactuar de los espectadores?

-Hoy en día si quieres que un programa de televisión llegue a todos los target de consumo, tienes que hacer que sea multidispositivo. Los programas deben tener un desarrollo en las redes sociales para conseguir que la gente se enganche.

‘Crónicas marcianas’ fue el primer espacio televisivo en permitir la participación del espectador mediante SMS.

-Fue una experiencia piloto con la que consiguió conectar a la audiencia con el programa a través de la tecnología móvil. Tuvo mucho éxito, por primera vez se escuchó la opinión de los televidentes en directo. Ahora se puede hablar de una convergencia multiplataforma.

El ejemplo de esa evolución, a día de hoy podría ser la aplicación de ‘Gran hermano’, a través de la que los usuarios puedan cambiar el curso del programa.

-Fue la primera aplicación que permitió el voto por móvil. La final del programa estadounidense American idol, por ejemplo, tuvo más votos que las elecciones estadounidenses en las que ganó Ronald Reagan. La interactividad está más viva que nunca, la conexión entre la televisión y los nuevos móviles es cada vez mayor.

¿Y no pasamos demasiado tiempo frente a la pantallas?

-Como en todo, hay que tener un consumo racional. Hay psicólogos que han detectado casos de autismo social en niños que nacieron nativos digitales. Es algo en lo que hay que formar. La evolución tecnológica no puede conllevar la involución humana, tiene que favorecerla.

¿Se puede prever hacia dónde camina el desarrollo de las tecnologías digitales?

-En mi ámbito percibo que hay una fusión entre la televisión y las nuevas plataformas; el contenido se crea para ser distribuido en varios soportes.