Balmaseda- Tienen relación con otros txokos y conviven “en armonía” con propietarios y vecinos de los inmuebles en los que se encuentran los locales que se han convertido en su segunda casa. Así lo refleja la encuesta realizada por el servicio de Juventud de Balmaseda, Balmaz, que ha realizado una radiografía de las lonjas juveniles de la villa. Un sondeo que es el paso previo a la elaboración a un decálogo de buena conducta encaminado a “establecer una serie de compromisos mínimos generados a partir del diálogo y fijar un procedimiento de resolución de conflictos, si se produjeran, a través del servicio de Juventud cuando los sectores implicados lo demanden”, según precisa la concejala del Área, Izaskun Cantera.
El Ayuntamiento de Balmaseda detallará las conclusiones del estudio en una reunión que se celebrará mañana a las 19.00 horas en el salón central de la kultur etxea. Tanto los usuarios de locales juveniles como los vecinos que residan cerca, los propietarios de los txokos y quienes deseen acercarse podrán realizar aportaciones para que el documento final recoja diferentes puntos de vista.
El servicio de Juventud, Balmaz, ha dividido el trabajo de campo por quince txokos en dos grupos de edad: los adolescentes de entre 14 y 16 años y jóvenes de entre 16 y 30. Los encuadrados en el primer apartado definen el txoko como un espacio en el que encuentran intimidad. Todos ellos conocen las actividades que promueve la oficina juvenil de Balmaseda y siete de cada diez han participado en alguna de ellas. No obstante, echan en falta más iniciativas enfocadas específicamente a los usuarios adolescentes y proponen organizar bailes, talleres gastronómicos y eventos deportivos.
A partir de los 16 años la lonja se percibe más como un lugar en el que protegerse del frío en invierno y evitar el gasto económico que supone alternar en bares. En verano la oferta musical y de ocio de Bilbao atrae, pero la poca cobertura del transporte público frena las salidas. Tampoco resulta fácil reunir la cuota del alquiler del txoko, que se sitúa en una media de 354 euros al mes. De hecho, muchos jóvenes consultados mencionan que varias cuadrillas se han fusionado para afrontar ese gasto. Asimismo, deben vencer los recelos de propietarios. De ahí que el 77% de los encuestados crea que no es sencillo encontrar local y aún menos que este cumpla las características que le exigen.
La superficie de los locales de Balmaseda alcanza unos 77 metros cuadrados y cada uno está ocupado por aproximadamente quince chavales que en todos los cuestionarios aseguran guardar una relación cordial con los compañeros de otros locales. Juntos comparten actividades organizadas desde txoko revolution, una iniciativa joven que dinamiza la vida cultural de Balmaseda. Respecto a la convivencia con los vecinos, el ruido causa la mayoría de los roces, solucionados hablando. Por su parte, ningún propietario se arrepiente de haber arrendado el local a jóvenes.