Bilbao - “El trabajo de crecimiento personal que hacemos en este curso me empuja a creer más en mi misma y siento que soy capaz de afrontar dificultades que hasta ahora mismo eran nulas. Estoy orgullosa de formar parte de este centro”. Quien así habla es Ana Ros, una de las alumnas de Koopera Social Training, el nuevo centro social de formación para el empleo que ayer fue inaugurado en Deusto. Su principal objetivo es la inserción sociolaboral de personas en situación o riesgo de exclusión social mediante actividades de innovación social y de defensa del medio ambiente. Es decir, todas las personas afectadas por la crisis, o las afectadas por una problemática social, personas con escasa formación reglada o con poca experiencia laboral podrán matricularse en diversos cursos y, mediante actividades de innovación social, verán ampliados sus conocimientos. La lista de todos aquellos que se pueden matricular es mucho más amplia: habitantes de barrios con algún grado de conflictividad, personas que se encuentran en situaciones de fragilidad, o bien en situación de exclusión, familias desestructuradas... miles de vidas que pueden dar un giro gracias a esta nueva formación y así poder reinsertarse en el mercado laboral.
433 empleos “Esto es importante para todos porque en estos tiempos el individualismo es cada vez más fuerte, pero esto demuestra que siguen existiendo iniciativas en empresas solidarias que se preocupan por las personas”, aseguró Juan Mari Aburto, consejero de Empleo y Políticas Sociales del Gobierno vasco, en la jornada inaugural. En esta línea, Aburto aseguró que este tipo de iniciativas “es la forma de acompañamiento solidario y apoyo condicional”. Las cooperativas y entidades sociales que forman la red Koopera son empresas sin ánimo de lucro que buscan la rentabilidad social. Así, en Koopera trabajan 433 personas, de las cuales 242 son empleos de inserción. También colaboran más de 300 personas voluntarias, pertenecientes a Cáritas. “Sus atenciones a personas usuarias fueron de 6.710 el pasado año. Y a fecha actual, 39.400 personas pertenecen al club”, aseguraron desde la cooperativa. “Porque necesitamos una economía diferente, que no deje caer a la persona, y que la ponga en el centro”, matizó Aburto. Teo Chavez, director del área de Inclusión Socio- Laboral, concretó que lo importante es impulsar “entre todos los espacios que necesitamos para desarrollar esta economía que nos hace sentir que nuestro trabajo ha mejorado el mundo y ha cambiado a mejor”. Para eso, en su opinión, lo idóneo es apostar por cada persona. “Seamos ambiciosos, queremos llegar a más personas y con más opciones, pero de la manera que en Koopera sabemos hacerlo: con el corazón”.
Hasta 2013, y en sus anteriores ubicaciones, esta cooperativa de red ha formado a 368 personas en situación de riesgo o exclusión social. De ellas, el 42% (155 personas) ha conseguido un empleo con contrato, un dato positivo teniendo en cuenta la coyuntura económica por la que se atraviesa. Su objetivo ahora es continuar. Ayudar a las personas que tienen mayor dificultad para optar a un empleo, ya sea por alguna discapacidad o por falta de experiencia. Vidas como la de Ana Ros pueden tomar otro rumbo y camino. Pero para los profesionales de esta cooperativa, formarles no es suficiente. “Tenemos que cerrar el círculo y después intentamos ayudarles a conseguir un empleo. No nos detenemos solo con enseñarles”, concluyó Anna Pallarés, responsable de formación.