Basauri - Las fiestas de Basauri llegaron ayer a su ecuador y las basauritarras tomaron el timón de las celebraciones. Tras el fulgurante inicio festivo el fin de semana, la celebración del Día de San Fausto el lunes y una jornada para los txikis un día después, las fiestas mantuvieron el listón bien alto gracias a una jornada marcada por los actos dedicados a las mujeres. La ofrenda floral a Manuela Eguiguren y a la Escarabillera precedió a una multitudinaria comida popular a la que asistió medio millar de mujeres.

La jornada comenzó ayer más tranquila que en los días previos, aunque pasado el mediodía los actos comenzaron a sucederse. A las 13.00 horas la música de Danbolin Txistulari Elkartea anunció la tradicional ofrenda floral a la mascota festiva, símbolo del pasado fabril de la localidad, y a Manuela Eguiguren, histórica partera de la localidad. Precisamente, Herriko Taldeak quiso que este año se encargasen del pregón festivo las asociaciones de mujeres Ate Zabalik y Manuela Eguiguren, con lo que el acto tuvo en esta ocasión un mayor simbolismo si cabe.

Tras la ofrenda, las mujeres siguieron acaparando el protagonismo en el municipio y la comida popular de mujeres fue el principal reclamo festivo. En la plaza Solobarria se reunieron alrededor de 500 mujeres en un ambiente de mucha camaradería y con las ganas de disfrutar como principal ingrediente. Ese afán por pasarlo en grande quedó patente en los bailables posteriores a la comida, que sirvieron para alargar la sobremesa hasta casi la hora de cenar.

Los hombres se podían contar con los dedos de una mano -uno de ellos era el alcalde, Andoni Busquet- y las basauritarras hicieron gala de gracia y aguante, lo mismo al son de Rafaela que de Sorotan Bele.

Garbiñe Dañobeitia, de la cuadrilla Txikerrak y madre de dos hijos de 31 y 25 años, decidió estrenarse acudiendo a esta comida junto a su ama, Jone Barinaga, y varias amigas. “Nos lo estamos pasando muy bien. Aquí somos todas mujeres, excepto el acordeonista y el alcalde, que ha estado fenómeno. Estamos disfrutando mucho, primero comiendo y ahora bailando”, explicaba. La comida lleva 13 años celebrándose y ayer volvió a demostrar un enorme poder de convocatoria.

Los bailables en Solobarria se alargaron hasta que comenzó a oscurecer, momento en el que Arizgoiti se convirtió en el gran foco festivo. Allí se asó y se degustó una ternera de label, que sirvió para llenar el estómago antes de los actos de la noche. En la propia plaza de Arizgoiti tomaron el testigo festivo varios monologuistas en torno a las diez de la noche y pusieron la guinda a una jornada festiva redonda. El protagonismo lo acapararán hoy los mayores con la celebración del Día del Jubilado. - A. Goyoaga