Zalla - La intención de proteger el patrimonio histórico y natural de este lugar de la masificación propia de la época estival y garantizar que vecinos y vehículos de emergencia no tengan problemas de circulación, según argumenta el Ayuntamiento de Zalla, ha motivado la instalación de una barrera en el acceso de titularidad municipal al área recreativa de Bolunburu. Esta medida pretende regular el estacionamiento los fines de semana de verano en el aparcamiento cercano al chiringuito. Para ocupar estas plazas, hasta el 28 de septiembre será necesario solicitar en el Consistorio una tarjeta que se concede o deniega valorando el cumplimiento de los objetivos citados. Esta tarjeta también podrá emplearse en breve en más instalaciones de Zalla. La medida ha generado malestar entre vecinos de otras localidades asiduos a Bolunburu; defienden que un espacio gestionado por la Diputación Foral de Bizkaia debería permanecer abierto para todos por igual.

“Cualquier persona puede pedir esta tarjeta rellenando un formulario e indicando si se va a realizar un uso puntual o continuado. Hasta el momento, se ha concedido para un uso continuado a empadronados en Zalla y así se hará también en el caso de personas con dificultades de movilidad, mientras que se ha denegado a tres solicitantes no empadronados que también estaban interesados en acceder con asiduidad”, matiza el alcalde, Javier Portillo.

Una vez finalizado el verano “se valorará la eficacia de la barrera y se decidirá si el próximo año somos más o menos restrictivos”, adelanta el regidor. El Ayuntamiento recuerda que la medida no afecta a los peatones y que los vehículos pueden aparcar en el polígono industrial de El Longar, que se encuentra a unos 500 metros. “Estamos orgullosos de compartir el disfrute de esta joya, pero debemos dar un servicio adecuado a esos visitantes”, señala el primer edil de Zalla. En cualquier caso, desde que el listón se colocó a finales de agosto, la afluencia al chiringuito que regenta Manu al lado del aparcamiento objeto de la polémica se ha resentido los fines de semana. “Claro que afecta al negocio: de diez personas que podrían venir, solo acuden dos”, compara, equiparando, Bolunburu los viernes, sábados y domingos estivales a “una playa en temporada alta”. Por tanto, comparte que se haya actuado, pero no la solución propuesta por el Ayuntamiento ni la forma de llevarla a la práctica. “Me hubiera gustado que al menos me consultaran antes”, lamenta.

“El mismo derecho” Juan Valentín, vecino de Bolunburu, también cree que “una barrera no es lo más adecuado, porque todo el mundo tiene el mismo derecho a no cargar con bolsas”. Desde luego, Marisa y Maite se lo pensarían dos veces antes de planificar una excursión, más aún teniendo en cuenta que los trenes de Renfe entre Bilbao y Balmaseda ya no paran en Bolunburu durante el verano -el Ayuntamiento ha instado a Adif a incluir de nuevo este apeadero en la ruta-.

“Aunque a veces esté masificada, actuando así solo consiguen quitar vida a la única zona recreativa de estas características que nos queda cerca de casa. ¿Por qué no ponen un vigilante o multan si hay comportamientos incívicos?”, se preguntan estas vecinas de Güeñes. En este sentido, “un guardia de Diputación los fines de semana, que se ha solicitado repetidamente desde hace tres años, haría innecesaria la barrera y eliminaría otros problemas”, asegura el alcalde.