Bilbao - El origen del brote de fiebre Q que afectó a la planta de tratamiento mecánico-biológico de Arraiz parece centrarse en la comarca del Lea Artibai. Las investigaciones para saber desde dónde llegaron los restos animales que produjeron la contaminación de la planta han permitido cerrar el cerco sobre esta zona del territorio. Las pesquisas apuntan a que un ganadero sacrificó un ejemplar bovino en su explotación para venderlo a un particular y después depositó los restos contaminados en la basura ordinaria, desde donde llegaron a la planta de separación de residuos.
A finales de marzo, un brote de fiebre Q en la TMB afectó a decenas de trabajadores de la planta de tratamiento mecánico-biológico, que tuvieron que ser incluso hospitalizados en algunos casos.
La planta se cerró y se ha sometido a un exhaustivo trabajo de limpieza y descontaminación, que ya ha finalizado. Ahora falta por comprobar que, efectivamente, se han eliminado todas las bacterias del interior de la infraestructura y que se puede volver a reanudar la actividad de forma segura. Se espera que los resultados de esos análisis puedan conocerse ya la próxima semana.
La Diputación puso en marcha además otras medidas para evitar que un brote así se pudiera repetir en la planta. Por una parte, se van a revisar todos los protocolos de seguridad y, por otro se ha tomado la decisión de que ninguna basura de las zonas rurales lleguen a ella.
El origen del brote fueron unos restos de un animal -bovino- con la enfermedad que llegaron a la planta. Las sospechas pronto se centraron en la comarca de Lea Artibai, por la trazabilidad de los residuos, aunque análisis hechos a varios rebaños ofrecieron resultados negativos. Sin embargo, ahora las investigaciones vuelven a centrarse en esta comarca, donde se sospecha que un ganadero sacrificó y vendió un ejemplar bovino a particulares, deshaciéndose de los restos en la basura común. - A. Atxutegi