Portugalete - Cerca de un centenar de portugalujos respondieron a la llamada de la asociación de vecinos del casco viejo Alde Zaharra para adecentar el solar vacío en Coscojales. Pero la disposición de los voluntarios se vio truncada por la presencia de la Ertzaintza y la Policía Municipal que, "enviados por el Ayuntamiento", impidieron a los vecinos llevar a cabo su propósito de limpiar y abrir el terreno a los jarrilleros. Ante la negativa de los agentes, un amplio grupo de vecinos se dirigió hasta la comisaría de la Policía Municipal para interponer una reclamación por insalubridad al Ayuntamiento. "Solicitamos que adecente este solar, ya no solo cortar la hierba, sino quitar las paredes para abrirlo al barrio y solucionar así el problema de insalubridad, que tenemos hasta ratas en las casas", explica Aitor Bilbao, miembro de Alde Zaharra. La asociación también se dirigirá a Sanidad del Gobierno vasco y el Ararteko en busca de apoyos.

Estaba previsto que el trabajo comenzase a las diez de la mañana, pero los vecinos de Portugalete no pudieron traspasar los muros del solar en el que antiguamente se levantaba el gaztetxe de la villa. "Llegó la Ertzaintza y la Policía Municipal, por orden del Ayuntamiento, comunicándonos que no podíamos cruzar al interior del solar por ser propiedad municipal", relata Bilbao un día después de la iniciativa. "En todo momento hubo muy buenas maneras por parte de los agentes y nosotros desistimos para no generar tensión", recuerda.

"Una ocasión perdida", así es como definen desde Alde Zaharra lo sucedido el pasado domingo en el casco viejo. La respuesta de los vecinos "fue increíble" pero la iniciativa de crear una plaza en estos terrenos, bautizada como Ángeles - en honor a una comerciante-, ha dejado un mal sabor entre los componentes de la asociación, que seguirán dando pasos para regenerar el casco histórico de la villa. "Es una pena porque no esperábamos esta actitud por parte del Ayuntamiento", matiza.

La asociación de vecinos del casco viejo había enviado diversos escritos al alcalde explicándole las intenciones de limpiar el solar para devolver su uso a los portugalujos, pero aseguran no haber recibido respuesta. "Hemos estado llamando directamente al alcalde a su teléfono y no nos ha respondido", indica Bilbao.

Buenas intenciones La cita para adecentar el espacio abandonado del casco viejo, entre los números 9 y 11 de la calle Coscojales, tomó forma "con la mejor intención" y como "un paso en positivo para el casco viejo". Y es que según el relato de los vecinos, las condiciones en las que se encuentra este solar está afectando al día a día del casco histórico de la villa. Por ese motivo, tras frustrarse su plan de mejorar el terreno abandonado, los voluntarios que se acercaron hasta Coscojales se desplazaron a la comisaría de la Policía jarrillera. Allí, interpusieron una reclamación al Ayuntamiento por insalubridad. "Los agentes nos comunicaron que se la harán llegar al Ayuntamiento", explica Bilbao. Además, la asociación se dirigirá al departamento de Sanidad del Gobierno vasco, la Diputación y el Ararteko "para que tomen cartas en el asunto".

"Foco de infección" El objetivo de esta nueva movilización es lograr poner fin a la situación de este solar, "que es un foco de infección". Además, los vecinos solicitan al PSE que lleve a cabo la misma política que está desarrollando en el Estado en relación a los solares vacíos: "A ver si actúan como predican, diciendo que los solares hay que recuperarlos para la ciudadanía", destacan.

La ubicación del casco viejo genera mucho turismo. "Cada vez se aprecian más turistas y es una oportunidad para regenerar el casco viejo, que es una joya. Los vecinos vamos a seguir dando pasos poco a poco", anuncia Bilbao.