FUE la de ayer una tarde de cataplasmas, uno de esos días en los que se preparan remedios y ungüentos para los alivios del alma, medicinas para las curas del corazón. Existen días así, tiempos en los que se conjuran los astros y parece que todo obedece a una cábala, a una carta astral que rige los destinos. ¿Cómo si no explicarse que el mismo día en que el Colegio Oficial de Médicos de Bizkaia que preside Cosme Naveda homenajeaba a Iñaki Azkuna, uno de los suyos (médico, quiero decir...), en presencia de su hijo Alejandro Azkuna, aparecía en escena un concierto a beneficio de la Asociación Contra el Cáncer...? Cuídate de los idus de junio, como diría el augur al emperador romano Julio César en previsión de las coincidencias. Y aunque alguno hubo que hizo doblete, no era una tarde para pegarse carreras. No es bueno ese sofocón.

Ordenémoslo según dictan los relojes, es decir, por orden cronológico. Así, Cosme ejerció de anfitrión en la sexta planta de la sede colegial de la calle Lersundi, donde invocaron el espíritu de aquel hombre que puso todo su empeño en curar las cicatrices de Bilbao, en realizar un trabajo de ebanista fino en la cirugía estética de la ciudad. Fue un encuentro con su fantasma, si seguimos los dictámenes del poeta que dijo que cada uno de nosotros tenemos uno: el fantasma de la memoria.

Así que al reclamo del Colegio no faltaron compañeros y amigos. En la mesa presidencial, además de los ya citados Cosme y Alejandro se encontraban el alcalde, Ibon Areso, y el consejero de Sanidad del Gobierno vasco, Jon Darpón. Ellos llevaron el ritmo de una tarde emotiva, una tarde en la que sonó el gong de los viejos amigos. Entre ellos se encontraban el presidente de la Academia de Ciencias Médicas de Bilbao, Juan Goiria; Miguel Unda, José María Beltrán de Heredia, Francisco Villar, Ignacio González, gerente del Colegio de Enfermería de Bizkaia, quien acudió junto a Manuel Guerro, Isabel Artiaga; la presidenta del Colegio de Farmacéuticos de Bizkaia, Virgina Cortina; Ricardo Franco Vicario, médico a la antigua usanza, humanista y cercano; Javier Alonso y un buen número de gente entregada al oficio de curar y a la vocación de recordar. Tampoco faltaron Andoni Aldekoa, José Luis Sabas, Mariano Gómez, Eduardo Maiz, Itziar Urtasun, Asier Abaunza, Tomás del Hierro, Beatriz Marcos, Yolanda Ruiz, Alfonso Gil, Roberto Lertxundi, Juan Gondra, Rafael Olalde y otra mucha gente vinculada a una u otra acera por las que deambuló Iñaki a lo largo y ancho de su intensa vida.

voces y txistus Casi al tiempo en que las pantallas reflejaban a Iñaki en vida, la Asociación de Empleados de BBK y la banda de txistularis del Ayuntamiento de Bilbao afinaban voces e instrumentos para darle ilustración al concierto en beneficio de la Asociación Contra el Cáncer que tuvo lugar en la Sala BBK de la Gran Vía, uno de los puntos cardinales de la ciudad. Voces y txistus contribuyeron a confortar las almas de los presentes. Entre ellos se encontraban Jon Zabalia, María Antonia Salado, Mariano Gómez (fue uno de los que firmó el acta de asistencia de los dos eventos...), Juan María Aburto, Iñigo Pombo, Juan María Urcelay, José Ignacio Espejo, Gabriel Otalora, Juan José López, Jorge Alonso-Allende; el director técnico del Colegio Oficial de Farmacéuticos, Juan del Arco; Rosa Arrieta, Rafael Calviño, alma máter de la sala BBK; Idoia Montes, Ana Zapatero, Carlos Azaola, Juan Ángel Martínez, Clari Tejedor, Arantza Olarra, Carmen Zabala, Conchi Rodríguez, Román Castelo, Rosa María Gastón y un buen número de gente entregada a la música que templó los ánimos de los presentes.

Bajo la dirección de la lituana Irma Rutkauskaité Egiluz y la compañía del profesor de órgano, piano y armonía del Conservatorio Juan Crisóstomo Arriaga, Pedro Guallar Otazua, el BBKantuz Korua dejó su sello. Es un coro singular. No en vano, cantan ritmos actuales como soul, gospel o swing y lo hacen en castellano, euskera, latín, inglés e incluso maorí. Entre el recital, se intercaló la intervención de la banda de txistularis de Bilbao en un concierto cuyo ritmo marcó, en su presentación, el periodista José Ignacio Rejón. Lo siguieron de cerca, amén de los citados Jon Iturriaga, Gonzalo de las Heras, Ainhoa García, Itsaso Mendiguren, Yolanda Martínez, José Antonio González, José María Aldekoa, María José Manrique, Idoia Mendizabal, José Luis Hernández, María Luisa González y así hasta poblar el auditorio de la Sala BBK, donde el gentío no dudó en sumarse a la buena causa de la investigación sobre el cáncer, uno de los grandes males de nuestro tiempo y del pasado, una enfermedad contra la que hemos de alzarnos. Todos.