Bilbao. La suerte volvió a pasar de largo por Bizkaia en el sorteo de El Niño. Solo Bilbao y las localidades vizcainas de Barakaldo y Durango resultaron agraciadas con un pequeño pellizco -75.000 euros el décimo- del segundo premio (69362), que estuvo muy repartido por toda la península. La administración número 17 de Lutxana, en Barakaldo, vendió una serie del segundo premio, lo que suponen 750.000 euros, a "gente del barrio", mientras que en el bar Alex, de Durango, y en un local del número 23 de la bilbaina calle Juan de Garay se vendieron décimos sueltos.

La alegría desbordaba ayer a la familia Llarena Santiesteban, poseedora de un décimo del segundo premio de la Lotería del Niño vendido en la administración número 17 de Barakaldo, ubicada en la calle Buen Pastor del barrio de Lutxana. "Llevaremos a nuestro hijo Ibai a que conozca la casa de Mickey, como llama él a Eurodisney", acertaba a señalar Nerea, esta joven madre que compró el décimo el pasado viernes.

"Mi madre me mandó comprar dos décimos para compartir con una amiga de Madrid, pero compré dos números diferentes, por lo que tuve que volver a por un número igual. El lotero me dio otro décimo de uno de los números que había adquirido, que es el que compartimos, y el otro, que era el último que quedaba, es el que nos ha tocado", comentaba esta joven empleada que piensa destinar una parte del premio "para aligerar la hipoteca". "Yo no tengo trabajo fijo, por lo que este premio nos traerá un poco de tranquilidad", asegura esta joven, que comparte el décimo con sus padres.

Y así relató el aita del pequeño Ibai, Iván Llarena, cómo se enteró de la noticia. "Mi mujer oyó que cantaban su número y empezó a dar gritos. Por un momento pensé que el niño había roto la tablet que le habían traído los Reyes Magos, y lo que pasaba en realidad es que nos había tocado la lotería. No nos lo podíamos creer", comentó este joven empresario, que ha montado una pequeña empresa de electricidad. "El dinero será un apoyo para el negocio", subrayó aunque, como su mujer, tiene claro "que una cosa que sí haremos es llevar a Ibai a Eurodisney. Le hace mucha ilusión al niño".

Día 13 con suerte La responsable de la administración, Conchi Bilbao, se mostraba exultante ante la fortuna que ha repartido con este primer sorteo del año entre sus vecinos -750.000 euros repartidos en 10 décimos-, aunque ya sabe lo que es otorgar premios importantes. Así, en 2000 repartió 170 millones de pesetas en la Lotería Primitiva y, en 2007, cerca de 7,4 millones de euros en este mismo juego. "Ambos los dimos en el sorteo del día 13 de enero con siete años de diferencia", recuerda Conchi, quien apunta que el próximo día 13, siete años después, hay sorteo de la bonoloto.

A su lado, Iñaki Fernández, su marido, no paraba de descorchar champán en previsión de que pudieran aparecer más afortunados "ya que toda la serie se ha vendido en ventanilla y casi seguro entre vecinos del barrio aunque también compra gente que pasa por aquí hacia la autopista", señalaba.

En Durango, la alegría se hizo un hueco en el bar Alex, ubicada en la plaza Ezkurdi de la localidad. Allí, el segundo premio de la Lotería del Niño dejó un pico entre los clientes del establecimiento. Y es que, un décimo con el número 69362 fue expedido por la máquina del conocido local, otorgando a su portador 75.000 euros. En este sentido, la alegría era anónima y todo el mundo se preguntaba quién habría sido el afortunado. "Se ha vendido un décimo y cualquiera lo puede tener en el bolsillo. Hay gente que te pide un número en concreto y otras veces prefieren que la máquina sea la encargada de seleccionarlo aleatoriamente. Es la primera vez que damos un premio del Niño y siempre es bonito repartir alegría", explicó Manolo Provenza, dueño del establecimiento desde hace más de cuarenta años.

En plena hora del aperitivo, como cada fin de semana o día festivo, el establecimiento se encontraba repleto de gente. Además, no todos los días se reparte un segundo premio de la Lotería del Niño y todas las cuadrillas hablaban de lo ocurrido y se preguntaban lo mismo: "¿Quien habrá sido el afortunado? Pues igual he sido yo y no os he dicho nada. Además, tampoco me lo notaríais", bromeaba Javier, mientras tomaba el aperitivo junto a su padre y su novia.

El establecimiento durangarra lleva cuatro años con la venta de Lotería Nacional y para este sorteo había vendido menos números que en otras ocasiones. "Como en todos los sitios, la gente ha gastado menos porque el nuevo impuesto es otro motivo para no gastar en lotería", explicaron responsables del negocio durangarra. Dos de los tres hijos de Manolo, José Eduardo y María Teresa, trabajan en el negocio familiar. Aunque es la primera vez que los Provenza dan un premio de estas características, hace cinco años repartieron 400.000 euros en la quiniela. "Tengo una alegría especial porque siempre participas de una manera u otra para que a la gente le toque. Hoy es día bonito para todos y esperemos poder repetir con más asiduidad", zanjó el dueño del negocio.

En Euskadi Araba y Gipuzkoa se quedaron en blanco, ni uno solo euro de vuelta. Mientras que en Tutera, Nafarroa, la administración número 4, de María Ángeles Urdaniz, vendió 10 series (100 décimos) del tercer premio (8347) entre un centenar de clientes. Lo que suponen dos millones y medio de euros.