Confiesan que el rock psicodélico de los años sesenta aún les corre por las venas, como si fuese sangre heredada de sus antepasados. Txus Santos, Lázaro Anasagasti, Sara Iñiguez, Guille Calleja y Miguel Moral, quien ha sustituido en la banda al gran bajista vasco, Jokin Salaverría, que ya toca en las grandes plazas de Estados Unidos, son los integrantes de The Magic Teapot que ayer tocaron en la cúpula del teatro Arriaga dentro del ciclo Izar & Star, una aventura que vive ya su cuarto año de navegación y en la que se ha embarcado el rock vasco con la esperanza de que su voz se escuche en todos los rincones. Gobierna el timón de la nave el periodista de Radio Popular y coordinador del ciclo, Jerry Corral, Jerryy fueron legión quienes ayer se acercaron a la Sala Cúpula del Teatro Campos a dejarse envolver por el olor a incienso de la sala y por la voz de Sara, "la auténtica revelación del grupo", al decir de los getxotarras que le acompañan.

Todo tuvo el sonido hippie que defiende la banda y que ofrece el contrapunto a los tradicionales conciertos de Navidad que florecen estos días por doquier en los distintos escenarios de la villa. En el concierto sonaron versiones de Quicksilver Messenger Service, HP Lovecraft y Love y sorpresas como The golden road unlimited, de Grateful Dead, o Fields of sun, de Iron Butterfly. Vibraron con todo ello Txema López, Kike Lafuente, Pablo Escudero, Eduardo García, Juan Carlos Iñiguez, Miren Barrenetxea, Ander Zulaika, Jonan Andrés, Aitor Mendiguren, José Mari Álvarez, Saioa Martínez, Javier Olabarria, Iñaki Murga, Dani Ojeda, Miren García, Koldo Uribe, Carlos Martínez y un buen número de asistentes a un concierto que, insisto, sumergió al teatro en un universo hippie de primera magnitud. Fue una noche para la evocación y el recuerdo, el broche para un día mágico en el Teatro Campos. Les cuento.

Una hora antes de que comenzasen a gritar las guitarras se estrenaba, en la sala principal del teatro, el montaje ?En tercer grado a cargo de Let's Dance, la compañía de teatro musical de Eva Ausín, todo un clásico navideño de la casa. Durante el musical los espectadores conocen al señor Gordon, quien ha decidido reunir a sus familiares millonarios y a sus bohemios amigos en una cena para celebrar su cumpleaños. Pronto surgen las desavenencias y todo se complica cuando uno de los invitados muere sin motivo aparente en lo que parece ser un homicidio en tercer grado, una muerte involuntaria... No hay que desvelar más de una trama que parece nacida del imaginario de Agatha Christie y que ayer estrenaron más de cuarenta artistas en escena, entre bailarines y bailarinas, cantantes y actores, con canciones interpretadas en directo por artistas de la talla de Koldo Villar, Alberto Núñez, Martín Calvo o Maitane San Nicolás entre otros.

No contentos con tanto, a las cinco de la tarde el teatro acogía Golulá, que, de la mano de la compañía gallega Galitoon, cuenta la historia de Lara, una niña vanidosa e hiperactiva, y de su amigo Bunka, un gorila ingenuo y bonachón, encargado de cuidar la única nube que hay en el país de Golulá. Un día, el malvado Dr. Terrier decide robar a Nube, obligando así a Lara y a Bunka a hacer un viaje lleno de peligros para recuperarla. Hoy repetirán y es previsible que vuelva a encenderse la llama de la sonrisa infantil en el teatro. Todo un lujo.