Es uno de esos talentos que, de vez en cuando, salen a la luz en un programa de televisión. Antes de lanzarnos a relatar la historia abramos un hueco al debate. Si Federico Fellini aseguraba que condenar la televisión sería tan ridículo como excomulgar la electricidad o la teoría de la gravedad, Umberto Eco considera un gesto de elegancia del siglo XXI no salir en la pantalla. Sea como sea, la televisión se ha convertido en el altar de nuestro tiempo, el santuario que consagra a unos y sacrifica a otros.
A Garson le ha coronado como unos de los reyes del pop electrónico. Le presentan como cantante, compositor, pintor y maquillador, un todoterreno de la creación del siglo XXI que se ha ganado a pulso, dicen los suyos, los escenarios que encuentra en el camino. No en vano, quedó clasificado en tercera posición en el concurso televisivo Número 1 y desde entonces le sigue una corte de admiradores. Es el chico del mechón azul, un joven de aire gótico al que se le han aparecido todos los santos de la inspiración y que ayer recaló en la Fnac para presentar su último trabajo, un disco de curioso origen. No en vano, We are one (Somos uno) se debe a un lema que Garson creó dirigido a sus fans como mensaje de unión y agradecimiento por la incondicionalidad de estos.
Tal es la sintonía con los suyos que el disco se pudo realizar gracias a un proyecto de crowdfunding (pago a escote, para entendernos...) en el que han colaborado sus propios fans.
El disco ha contado con la sabiduría en la producción de su profesora de canto, Edith Salazar, quien ha trabajado con grandes voces y la colaboración de Ana Torroja, ex de Mecano. Suena, según los entendidos, con electricidad, acalambrando a quienes lo escuchan.
Ayer fueron unos cuantos quienes se acercaron a hacerlo en la Fnac. Entre ellos se encontraban Alex Lote, Gontzal Madariaga, Uxue Sanz, Maider de la Fuente, Eider Jaio, Ainara Romero, Lorena Fernández, Andrea Corman, Janire Orue, Miren Agirre, Nagore Zulueta, Patxi Andrés, Joseba Zarate, Ane Zugaza, Jon Uriarte, Maider Elorriaga y un buen número de jóvenes seguidores del artista nacido tras la pantalla.
No se perdieron tampoco su actuación Silvia Colmenero, embajadora de la Fnac en el concierto; Javier Atutxa, Gaizka Orue, Sara Martín, Idoia Murua y esa corte a la que encandila Garson, un artista andrógino que se ha amamantado en un concurso de televisión. Cada vez que lo pienso, más razón le concedo a la inmortal actriz Bette Davis. Creo que fue ella quien dijo aquello de que la televisión es maravillosa. No solo nos produce dolor de cabeza con sus programas sino que además, durante la publicidad de los mismos, encontramos las pastillas que nos aliviarán. Y conste que la música de Garson sonó bien.