Balmaseda. MARÍA Zorrilla, nacida en Zalla en 1912, cogía el tren a Bilbao hasta cuatro veces al día contando los trayectos de ida y vuelta con los encargos de los vecinos cuando la ruta se demoraba más que ahora. Antaño no había una red de comunicación tan rápida ni coche en todos los hogares. Por eso la figura de la recadista era imprescindible. También en Balmaseda. Hablando de esta función en una comida entre amigos, a Mónica Larrinaga se le encendió la chispa de la inspiración. ¿Por qué no transformarse en una recadista del siglo XXI con base en su villa natal que mantiene abierto un hilo directo con los clientes a través del teléfono móvil o las redes sociales?
En paro desde hace año y medio y a punto de agotar la prestación, concluyó que su situación laboral no le dejaba otra salida que reinventarse. "Trabajaba en una tienda de decoración y desde que perdí el empleo no encontraba nada. Ni quiera me llamaban para entrevistas. Con 41 años parece que no sirves", expresa triste pero sin resignarse. Hace dos semanas que echó a andar Voy por ti, su empresa. El nombre surgió "en una tormenta de ideas entre mi prima y yo y nada más decirlo supimos que habíamos dado con el correcto". En él se adivina la impronta de la licenciatura en Publicidad y Relaciones Públicas por la Universidad del País Vasco que le ha servido en los primeros pasos de esta aventura.
Como el perfecto eslogan, sintetiza el espíritu del negocio en pocas palabras. Voy por ti... a donde haga falta. Papeleo, llevar las mascotas al veterinario o esperar mientras los técnicos revisan averías en el hogar. El abanico de gestiones que Mónica evita a quienes contratan sus servicios es de lo más variopinto. Ella se compromete a solucionar la papeleta en tres días a menos que se trate de un caso urgente que incrementaría la tarifa. "El precio es económico porque entiendo que en una época de crisis como la que vivimos la gente no gastaría su dinero si no fuera así", razona.
Optimismo "siempre"
Mónica es consciente de que los comienzos son duros y tocará esperar hasta que la empresa se afiance. "A veces me quedo mirando el teléfono, esperando que suene, pero hay que ser optimista siempre. El 50% del éxito viene determinado por la actitud", defiende. Por eso, está convencida de que Voy por ti ha encontrado su hueco en Enkarterri y la región limítrofe del Valle de Mena, donde ha fijado su radio de acción. En Karrantza, Lanestosa o Villasana de Mena la red de transporte público conecta con Bilbao con menos frecuencia que en la cuenca del Kadagua. "Los vecinos de las zonas rurales también necesitan hacer sus gestiones en la capital, acudir al médico... El servicio que ofrezco puede ser útil para ellos, sobre todo gente mayor que depende de sus familiares para desplazarse. Por eso, creo que tiene futuro en la comarca", asegura.
Antes del bautismo oficial hace dos semanas, buscó asesoramiento en empresas del entorno con las mismas características que la suya de Euskadi y el resto del Estado. Se mantienen en contacto a través de un grupo de Whatsapp. "Hay una en Bilbao, pero es lo mismo que el territorio que abarca Enkarterri", apunta. Después de consultar sus dudas al respecto y sopesar los pros y contras, Mónica decidió apostar por su idea sin reservas. La alternativa era continuar a la espera de una oferta de trabajo que nunca llegaba. "Casi no hace falta una inversión económica para empezar. En cambio, si no facturo todo son gastos. Hay que pagar la cuota de autónomos y la hipoteca", indica.
A lo largo de estas dos semanas ya ha evitado colas en las administraciones, visitas al banco y llamadas de teléfono a varios clientes e incluso ha recibido una petición de trabajo. "¡Ya me gustaría estar en condiciones de contratar a alguien! Si la cosa marcha bien me lo plantearía", elucubra. Si un solo trámite puede poner a prueba la paciencia de cualquiera, ¿cómo se las arregla para hacer de esas esperas su modo de vida? "La verdad es que hasta ahora no me puedo quejar. He pasado por la Seguridad Social y el Gobierno vasco y los trámites han sido muy ágiles, pero no me importa que tarden. Para eso estoy", asume.
las 24 horas Además, trata de cuadrar su agenda para aprovechar los viajes el máximo posible. "Como ahora en los inicios todavía no hay mucho volumen de encargos me organizo de tal forma que, por ejemplo, pueda solventar varias gestiones en Bilbao el mismo día y también aviso de dónde me encuentro a través de las redes sociales por si a algún cliente le viene bien que pase a por una urgencia de última hora", explica. Ventajas de permanecer conectada al teléfono móvil y disponible "las 24 horas del día, cuando me necesiten". También realiza una labor comercial con el objetivo de presentarse ante potenciales clientes. "Visito empresas y a los Ayuntamientos e instituciones de la comarca porque creo que es importante que me conozcan en persona, da confianza, algo vital en este tipo de negocio. Hay quien me deja su DNI y para otros he hecho transferencias bancarias", enumera.
Su nueva ocupación casa con su carácter inquieto. "Lo que más me gusta es lo que voy a aprender, me lo dicen en casa", ríe. Familia y amigos le han dado su total apoyo y se han convertido en sus valedores: "En pueblos como Balmaseda y Zalla nos conocemos todos, ya no digamos en las localidades más pequeñas".