El 'proyecto Mirador' necesitará una década
Etxebarri modificará sus normas para construir 160 nuevas viviendas en el barrio de San Antonio
Etxebarri. La Junta de Gobierno Local de Etxebarri ha dado esta semana el visto bueno al llamado proyecto Mirador, un plan urbanístico que pretende construir 160 pisos en San Antonio en varias fases durante la próxima década. Las nuevas casas se levantarán en lo más alto del barrio etxebarritarra en la calle Santa Marina, por encima del instituto.
Siguiendo los estándares de la Ley del Suelo, el 55% de los pisos (88) serán viviendas de protección oficial mientras que el 20% (32) serán viviendas de protección tasada municipal y el resto (40) serán de venta libre.
Estos pisos se erigirán en un terreno de propiedad particular en el que en la actualidad no existe ninguna construcción. El papel del Ayuntamiento en la operación consistirá en modificar de forma puntual sus normas subsidiarias para cambiar la clasificación de este suelo que pasará de rústico a urbano.
Se trata de un proceso similar al que se llevó a cabo con la ikastola. Este centro escolar, para empezar a ver la luz, tuvo que pasar un largo proceso de cambio de denominación del terreno para que pasara de industrial a equipamental.
Junto a las viviendas nacerá una plaza central y un camino peatonal o bidegorri que transitará por detrás de los bloques hasta la zona baja de San Antonio. Los aparcamientos de la calle también se verán alterados ya que pasarán a ser en batería. Con ello se ganarán alrededor de sesenta nuevas plazas.
El compromiso adquirido por los responsables del terreno es que las primeras casas que se construyan sean un mínimo de treinta VPO. Estas podrán empezar a ver la luz cuando culminen todos los trámites administrativos dentro de unos dos años.
Realojos Aunque en el solar a construir no hay viviendas que derribar con la operación, el plan sí contempla realojos. A las nuevas casas de San Antonio irán a vivir doce familias de la zona más degradada del barrio cuyas viviendas no estaban en buenas condiciones. Estos vecinos, como contrapartida, pagarán el IVA del nuevo piso y cederán sus antiguas casas al municipio. El Consistorio las derribará y se quedará con el espacio resultante. Estas familias ahora residen en la calle Santa Marina y la zona alta de la calle Navarra. Como a ellos, esta posibilidad se expuso a vecinos de las calles Asturias y Extremadura. No obstante, el proyecto solo dejaba lugar para doce realojos. Igualmente, solo podían aceptar aquellos cuya comunidad se trasladara en bloque para poder hacer el trueque de las viviendas enteras con el Ayuntamiento. Según el alcalde, Loren Oliva, estos huecos serán aprovechados, bien para construir más o para "esponjar" el barrio, construido en muchos casos con poca o ninguna planificación urbanística.
El convenio alcanzado con los dueños del terreno incluye que estos financien mejoras en los cantones de las calles Extremadura, Galicia y Asturias. Por otro lado, los propietarios de los terrenos cederán de manera gratuita una parcela de 35.000 metros cuadrados anexa a la parcela en la que se realizará la intervención y que está sembrada de pinos. Durante los dos años de trámites, el proyecto tendrá que pasar varios filtros como los estudios de impacto ambiental que requerirá. Una vez resueltos, se construirán las primeras viviendas que serán, según el Ayuntamiento, solo para vecinos del pueblo. Actualmente hay 300 apuntados a las listas de espera de Etxebide. Será la Administración local la encargada de realizar los sorteos.