BILBAO. De acá para allá, siempre con la esperanza a cuestas. Basta con hablar un par de horas con Ruper Ormaza -"solo consigue que me calle el contacto con la naturaleza: ahí sí que busco el silencio"- para contagiarse de un optimismo práctico, no cimentado en utopías sino en un fe razonada en la capacidad del hombre para encontrar la salida de los laberintos.

¿Qué hace un bermeano lejos de la mar?

Considero la Ría una mar domesticada. Es una de las grandes obras de Bilbao y una fuente inagotable de progreso, desde el comercio fluvial y marítimo hasta la actividad portuaria o de recreo. Por eso me siento vecino de la mar cuando estoy cerca de ella. Es una maravilla.

¿Huyó de ella o fue ella la que le rechazó?

Yo también soy fruto de la mar: con el trabajo de mi familia arrantzale pude ir a la universidad, hacerme con una cultura y dedicarme a otras cosas. Pero nunca renegaré de ella.

¡Habrá pisado el agua!

Claro. Mi padre iba a por cabritas y alguna vez salí con él. Recuerdo que una vez volvíamos de Matxitxako y nos pillo una galerna. Al pasar el rompeolas me toqué los pantalones por ver si me había meado de miedo. Suele pasar

Amor al mar pese a sus zarpazos...

Toda familia tiene algún perdido. La mar despierta admiración y temor en los pueblos costeros: vayas al que vayas, casi todos tienen una iglesia en las rocas, como si persiguiesen un sortilegio.

¿Y a qué reza usted?

Tenemos el concepto de los ritos muy arraigado desde niños. Y uno de ellos es rezar.

Es decir, hablar con Dios

Yo lo contemplo más como la espiritualidad, hablar con Dios o con uno mismo. Leer poemas, admirarse con un cuadro, estar en la naturaleza también son maneras de rezar, de hablar con la vida.

¿Un caso práctico?

Stéphane Hessel, que recibió el primer premio Unesco Bilbao, comentaba que cuando estaba detenido por la Gestapo, recitaba poesía. ¿Qué es eso sino una manera de rezar?

Sin embargo, en nombre de la religión se han cometido crímenes...

¿Y en nombre de qué no matamos? De las lenguas, del fútbol, de las patrias... ¡De lo que sea! Es un misterio cómo el hombre es capaz de convertir todo, cualquier cosa, en algo negativo. Lo religioso, así contado, como una idolatría, es contrario a lo espiritual.

Hablaba de la Universidad... ¿Qué importancia le concede al aprendizaje?

Entiendo Unesco como una open university, un lugar para aprender. Pero aprender para disfrutar, para adquirir cultura que te enriquezca.

Así que nada de dejar los estudios al salir de clase...

La cultura es como una novia, que si no la atiendes se va. Por eso aprecio tanto el enfoque cultural que están, que estamos, dando a Bilbao.

El consumo, palabra maldita

Así como hay gente que rinde culto al cuerpo y se disciplina para ir al gimnasio, también puedes disciplinarte para hacer manualidades, plantar árboles, escribir... ¡lo que sea! Hay que alcanzar el placer sin tanto consumo; no hay futuro por esa vía. No hay justicia entre el consumo de unos y el hambre de otros.

Vamos, que la vaca no da.

Hay que quitar lo superfluo y la vaca da para todos. Pero hay algunos que reciben demasiado sin apenas aportar a la sociedad y ahí se produce el desequilibrio. El futuro de unos no puede labrarse a costa de que los demás sean de segundo orden.

Habla de Bilbao como la ciudad del país. ¿No teme las represalias?

Ja, ja, ja. No. A mi mismo, como bermeano, me costó aceptarlo, pero hay que ser inteligentes. Si tienes ya un nombre conocido en el mundo, poténcialo. Sin pisar a los demás, dejándoles espacio para su expresión. Las ciudades son el porvenir.

¿Por encima de los países?

Los estados actuales no tienen nada que ver con los del siglo XVIII o XIX. Hoy en día ceden poder hacia arriba, hacia organizaciones supranacionales como Europa y hacia abajo, hacia las ciudades. Por eso hay que potenciar el nombre Bilbao.

¿Alguno más?

Loyola. Los jesuítas se han extendido por todo el mundo.

Insisto: ¿qué le llaman en Bermeo?

Traidor, loco. Pero si el bilbainito es fanfarrón es porque puede. Digo esto y los amigos me miran raro.

¡Qué valor concede a la amistad?

Mucho.

¿Y al amor? ¿Está por encima?

Amistad y amor, qué dos grandes personas. Es difícil decidirse, pero creo que quien no ha recibido de la familia según que valores lo tiene más jodido.

¡Hombre, lo mismo que dicen que les sucede a los jóvenes!

La juventud no es ni-ni ni nada de eso. Están mejor preparados que nunca, pero hay poca oferta de empleo cualificado para ellos. Muchos tendrán que irse. Por so insisto siempre en los idiomas.

¿Imprescindibles?

El monolingüe es una especie en vías de extinción. Hay que esforzarse en las lenguas porque el mundo viaja y se mezcla, va por esa vía.

¿Tan claro lo ve?

Hace 15 años estuve en EE.UU. y estaban muy pesados con el all english. En pocos años, el que quiera ser presidente de ese país tendrá que hablar castellano.

¿En que pensaba en niño Ruper?

En el deporte: mucho fútbol y mucha pelota. Cada pared de Bermeo era un frontón. Y nos pasábamos el día con juegos de calle.

Y eso de las chicas, ¿tan 'milagroso' como en la capital?

No crea. Desde los alrededores, desde Gernika, por ejemplo, venían muchos a bailar. Decían que las chicas eran más cariñosas. Las mujeres de la costa son más expresivas y valientes; iban sin doblez. Bermeo es un pueblo que canta y baila.

¡Con tanto dinero, no es extraño!

El pescador con dinero es una figura muy reciente y que duró poco. Es verdad que ha habido una época buena, pero muchos jóvenes esperaban a los 14 años para dejar los estudios y salir a la mar, que la hemos esquilmado. Y así hemos perdido dos riquezas. Al final los pueblos pesqueros van a convertirse en turísticos y residenciales.Cuidado con convertirse en Costa Ladrillo. Trae consigo la corrupción...

Eso ha sido culpa de todos. Hemos aplaudido al que más robaba, al que la tenía más grande y ahora toca la recesión. Además, quien más y quien menos... En el terreno fiscal casi todo el mundo tiene los pies de barro.

Tampoco los políticos ayudan

De los políticos se espera demasiado. Colectivamente hay que pegar un puñetazo en la mesa. Las cosas grandes no se deben delegar. Y la democracia es demasiado grande como para dejarla en manos de unos pocos. Tiene que haber un control social y no solo un fíjate en ése. Hay que tener buena información pedir cuentas.

¿También al empresario?

Durante muchos años no se ha valorado el esfuerzo del emprendedor, no ha sido bien entendido. No hay suficiente diferencia de beneficio entre el que arriesga y el que no. Y así nadie quiere meterse en líos

Hay trabajos que lo son de por sí.

Aunque me joda decirlo, quizás sea un error hacer del trabajo el centro de tu vida. Hay que buscar la clave, la productividad por otras vías. Un director de personal de Canadá me hablaba hace pocos días de un ensayo con 3 ó 4 días laborales y buenos rendimientos. Si somos inteligentes, se puede compaginar todo. Con transparencia y sin engaños por ninguna de las dos partes se puede llegar a un acuerdo feliz.