Basauri. Para celebrar las fiestas en octubre hay que empezar a trabajar desde febrero.

Sí, hay que empezar con todo. Desde el presupuesto con el que contamos que todavía no conocemos. Nos imaginamos que el Ayuntamiento nos bajará algo el dinero este año, no están las cosas bien pero no sabemos nada fijo así que estamos haciendo cábalas. De momento nos estamos basando en presupuestos de años anteriores para calcular los gastos fijos.

¿Como cuáles?

Las comidas de jubilados, alubiada, de cuadrillas; los concursos gastronómicos, los alardes de danzas... son actos muy arraigados que se programan siempre. A partir de ahí, le vamos echando imaginación.

El año pasado ya se redujo en algo el presupuesto. ¿Se notó?

Sí, pero el éxito está en mirar y luchar e intentar que te bajen los precios de las contrataciones. Aún así, las fiestas del año pasado fueron un éxito. Terminamos muy contentos. Teníamos un poco de miedo por si no lográbamos encajar todo con menos dinero pero quedó un programa bonito y la gente participó y lo disfrutó. Ibas por el pueblo y veías a los vecinos en la calle, que es de lo que se trata. Hubo alrededor de 300 actos.

Sabe lo que se le viene encima y aún así acepta.

Sí, el año pasado tenía más vértigo. Esta vez ya sabemos lo que hay.

¿Cuántas horas mete en esto?

Incontables. Siempre hay algo que hacer. De hecho, en la junta este año ha habido tres bajas por falta de tiempo. Esto es muy bonito pero si no tienes tiempo no puedes con ello.

¿A cuántos actos fue en 2012?

A una media de seis o siete al día.

¿Sale por las noches?

Lo intento, aunque si tengo guardia o algo que hacer pronto a la mañana procuro retirarme para las doce o la una.

Supongo que todavía no tendrán atados los conciertos, que es de lo primero que mira la gente.

No, aunque ya hay alguna idea en mente. De todas formas, en función del presupuesto, este año igual no podemos programar un concierto gordo. La crisis se va a tener que notar por algún sitio.

Hay basauritarras que se quejan de que en Barakaldo, por ejemplo, hay varios conciertos de grupos conocidos y en Basauri son menos estas citas. ¿Por qué esta diferencia?

Basauri tiene un modelo festivo muy diferente al de Barakaldo. Aunque el presupuesto pueda ser similar, en Basauri hay actos los nueve días de fiesta a casi todas las horas. En Barakaldo las fiestas se reducen al fin de semana y claro, todo el dinero se gasta en conciertos. Si hiciéramos eso, no habría teatro, concursos, comidas, espectáculos... En Basauri hay vidilla siempre. Vamos a intentar contratar conciertos chulos pero dentro de lo que se pueda. El año pasado hicimos encaje de bolillos para ello y habrá que intentarlo de nuevo.

¿Zurrakapote sí que se podrá beber, a pesar de la crisis?

Sí, bueno, algunos se podrán beber más que otros (ríe). Es un símbolo de las fiestas.

Es curioso que la gente de fuera no se decante por esta bebida.

Sí, a mí a veces me da pena. En la lonja del Zigorrak se ve la entrada desde la barra. A veces está a tope y ves a una chica hacerse hueco hasta llegar a pedir cerveza. Cuando le digo que solo hay zurra, me lo pide. Pero no tiene porrón así que tampoco le puedo servir a no ser que nos quede alguno para prestar...

Lo que más le gusta de las fiestas es...

El día de San Fausto. Este año además va a ser una locura. ¡Cae en domingo! El año pasado hubo casi tres mil personas de las cuadrillas en la comida. Ya miramos que podíamos encajar más mesas pero como llueva, tendremos que ir a la carpa de Solobarria. Entre este espacio y los soportales esperamos caber todos.

¿Cuánto cuesta ser socio de una cuadrilla?

En Zigorrak 15 euros al año. No subimos porque somos 200 socios, no hace falta. Lo mismo le ocurrirá a otras cuadrillas como el Ontzak, por ejemplo, que tiene 500 socios. El resto no sé exactamente pero ninguna cobra gran cosa. Hablamos de unos 18 o 20 euros al año. Aún así, ojalá se apunten más vecinos sobretodo a las cuadrillas que tienen menos inscritos como el Txanogorritxu o el Urbiko. Son grupos que siempre responden, a pesar de contar con pocas manos y no les vendría mal un empujón. Es una forma de no perder la esencia de nuestras fiestas de Basauri.