Abanto-Zierbena. Ni el frío ni la amenaza de lluvia pudieron con el ánimo de los cerca de 20 voluntarios que ayer reunieron las asociaciones Kima Berdea y Plural Anitzak para llevar a cabo la última fase de plantación de ejemplares de bosque propio del cantábrico en las campas de Santa Lucia del núcleo de Sanfuentes de Abanto-Zierbena.

Poco después de la diez de la mañana, los voluntarios, armados con palas y zarzillos, comenzaron con la plantación de 60 ejemplares de árboles típicos del encinar cantábrico con los que colmataron los cerca de 500 metros cuadrados de la explanada surgida durante el proceso de construcción de la autovía A-8, a la altura del barrio de Sanfuentes.

"Esta zona fue rellenada con tierra por el Ayuntamiento en el año 2005 y a partir de ahí hemos llevado a cabo la recuperación del bosque atlántico", reseñó Begoña Fraile, miembro de la asociación ambientalista Kima Berdea, que junto a voluntarios de Plural Anitzak de Ortuella llevaron a cabo la plantación.

Laureles, sauces, robles, bortos (madroños), aladiernos, espino albar o encinas fueron algunos de los ejemplares que ayer pasaron a formar parte de este bosque que en estos años ha pasado a contar con cerca de mil árboles.

"Con esta plantación son cerca de mil árboles y arbustivas los que ha permitido recuperar esta zona", relataba Ramón Martín, botánico que asesora a las entidades populares que llevan a cabo esta iniciativa de recuperación naturalista, y que considera que esta tierra y este clima "tiene unas condiciones benignas y muy agradecidas para el desarrollo de este bosque más propio de la zona mediterránea".

"Cuando empezamos, esta zona aledaña a las campas de Santa Lucía era un páramo surgido con la construcción de la autovía, donde se hizo un vertedero sobre el que se asentaban las casetas de obra de los trabajadores de la A-8", recordó la portavoz de Kima Berdea.

Desde entonces, hasta hoy, han sido varias las intervenciones llevadas a cabo por los voluntarios ambientales para recuperar el encinar cantábrico que aún puede contemplarse inalterado al otro lado de la infraestructura viaria, en terrenos de Zierbena y de Santurtzi."Han sido siete años de duro trabajo para naturalizar una zona que había sido objeto de una intervención pública agresiva con el medio natural y que hoy vuelve a recuperar su vitalidad", reseñó Begoña Fraile, portavoz de Kima Berdea.

Según detallaron los responsables de esta actuación, la recuperación de este enclave natural no solo permite una mejora en el paisaje y el patrimonio natural de la zona sino que "supone una barrera acústica que mejorará los niveles de ruido de las viviendas que se encuentran cerca de la autovía.

Colaboración

La jornada de ayer estuvo precedida de una importante labor de desbroce del terreno llevada a cabo por el Ayuntamiento de Abanto-Zierbena de cara a la jornada ambientalista. "Si todo sigue así, en los próximos 5-6 años este bosque podrá ser visitado por los vecinos de Abanto-Zierbena", avanzó Ramón Martín, especialista que ha seguido la trayectoria del bosque desde 2005 cuando se iniciaron los primeros trabajos de plantación.

"No será un bosque en el que poder poner la toalla para tomar el sol pero si un buen recurso para que los más jóvenes puedan conocer mejor la naturaleza propia de la zona", alentó Begoña Fraile, quien avanzó que a lo largo del año "es posible que se actúe en la zona más cercana a la autovía, con el desbroce del terreno y la plantación de algún árbol más".

De momento, tanto Kima Berdea como Plural Anitzak tiene previsto una actuación conjunta en los terrenos de La Balsa -a medio camino de Ortuella y Trapagaran- para llevar a cabo algunas actuaciones de reconstrucción de este singular enclave. "El próximo día 26 llevaremos a cabo una actuación en la sauceda que se encuentra a la derecha del acceso a La Balsa", avanzó Iñaki Beitia de Plural Anitzak.

Esta actuación, a la que pueden sumarse voluntarios de toda la red ambientalista, pretende desbrozar y acotar una sauceda existente entre la zona de la Balsa, en Ortuella, y la zona alta de Trapagaran "donde empiezan a extenderse en terreno público algunas huertas".Esta actuación permitirá inicialmente limpiar el terreno de maleza para lo que se contará con voluntarios experimentados, "ya que habrá que contar para esa labor con una maquinaria especializada que no está exenta de riesgo".