MUÑECAS, pianos de juguete, bolsos, bisutería, blusas, chamarras, vaqueros, libros, películas, utensilios de menaje... En el rastrillo solidario de Basauri se puede encontrar de todo. Menos mal que el flujo de clientes no para y cada día se llevan parte de la mercancía que los vecinos más solidarios han donado a sus organizadores. Y es que si no, las voluntarias que dan vida al mercadillo, perecerían en un mar de collares, camisas, trajes, jerséis, jaulas y peluches. "No podemos contabilizar cuántos objetos hemos tenido y cuántos tenemos. Es imposible. Cada día la gente nos trae más y más", reconoce Mari Asun Bernaola, una de las organizadores del rastrillo abierto de la mano de las asociaciones de mujeres Manuela Egiguren y Ate Zabalik.
El dinero que recauden con la venta de las donaciones irá destinado a Médicos Sin Fronteras. El año pasado consiguieron recaudar 6.200 euros a pesar de los precios de ganga que colocan a los productos. En esta edición, esperan superar la gesta de 2011. De momento, no van por mal camino, y es que según las cuentas hechas hace unos días, el rastrillo lleva recaudados más de 5.600 euros. "Y nos queda todo el arreón de reyes", avisa contenta Mari Asun. Y es que la crisis no se está dejando notar en las ventas de este local de la plaza Arizgoiti. Quizá precisamente por ella, muchos vecinos han optado por ahorrar algunos euros comprando artículos de segunda mano en esta improvisada tienda. "Hay gente que gasta hasta cuarenta euros pero se lleva igual 15 cosas", dicen las mujeres.
Y es que actualmente es muy difícil llevarte a casa un libro de El señor de los anillos o La historia interminable por uno o dos euros, dos camisetas por tres euros o una chamarra de cuero por diez. "Hay objetos que están hasta con la etiqueta de la tienda, de gente que en su día los compró y al final no los usó", explica la voluntaria. Mucho éxito están teniendo los puzzles que fueron hechos una vez y abandonados en un cajón. Ahora, volverán ala vida en otra casa por dos euros. "Todo lo que tenemos a la venta está en buenas condiciones. Antes de exponer las cosas, hacemos una selección. Todo aquello que está sucio o roto lo desechamos", asegura Mari Asun.
Cada uno de estos artículos además, tiene una historia. Como la de los patucos de bebé. Según cuentan las voluntarias, un grupo de señoras mayores del pueblo se ha pasado el año confeccionando estos y otras prendas para los más pequeños de cara a que pudieran ser vendidas en el rastrillo. "El otro día una chica vino a donar un maxicosi -sillita de niños-, y se emocionó al entregarla. Teníamos en lista de espera a otra ama que necesitaba algo así para su hijo. Le llamamos y se encontraron las dos, la que cedió la silla y la que la pudo comprar por 50 euros. Fue muy bonito", recuerdan.
Este mercado estará abierto hasta el 5 de enero de 12.00 a 14.00 y de 17.00 a 20.00 horas. Cuando cierre sus puertas, los objetos que no se hayan vendidos serán donados a Rezikleta para que les den una segunda oportunidad a través de Cáritas.
Galdakao Al igual que en Basauri, Galdakao también cuenta con su propio rastro navideño. De él se encarga la asociación local Mundu Bat. Se ubica en la calle Araba número 1, en un local paralelo a Juan Bautista Uriarte en su intersección con Lapurdi. En el caso de este mercado, su objetivo es donar el dinero que recauden con la venta de juguetes donados por los vecinos para comprar comida que se unirá a las toneladas que reparte a diario el Banco de Alimentos de Bizkaia.
La edición pasada superó los 4.000 euros de recaudación, que fueron destinados a esta organización que preside Nicolás Palacios, y a la construcción de un aula en un centro de nutrición de Mozambique a partes iguales. Además, se recogieron más de 200 kilos de comida, un éxito que "nos anima a repetir la campaña kilo recogiendo alimentos no perecederos en el propio local", explican desde Mundu Bat. Este rastrillo estará abierto hasta la mañana del 5 de enero entre las 11.00 y las 13.15 y las 17.00 a las 20.00 horas. La recogida de juguetes, libros, peluches y bicicletas y alimentos perecederos se realizará también mientras el rastrillo esté abierto, en el mismo local.