Durango. Llevan el arte impregnado en la piel y ello les ha llevado a ser lo que son: artesanos. Desde que se levantan hasta que se acuestan viven y piensan en crear, sirviéndose de poco más que sus manos y su imaginación. Sus talleres son el escenario en el que dan forma a sus proyectos y creaciones, y la plaza del Mercado de Durango es el escaparate que, hasta el próximo domingo, albergará sus trabajos de la mano de la décimo séptima edición de la Euskal Denda.

La Feria del Sector Artesanal Vasco funciona ya a pleno rendimiento con un total de 56 puestos artesanos, entre ellos ocho de Durangaldea, a los que se suman otros procedentes de diferentes puntos de Euskal Herria. Entre todos ellos destaca el hecho de que una veintena de productores acuden a la Euskal Denda por primera vez, confiriéndole al acto "una cara muy renovada". Unos y otros, con su trabajo e iniciativa, son los encargados de poner en valor la labor manual de una amplia y variada gama de sectores, entre los que están incluidos la agroalimentación, vidrio, metal, cerámica, madera, textil, cuero y piel, arte, piedra, fibras vegetales, deporte vasco, cosmética y papel y cartón.

Todo ello hace que, un año más, a este evento no le falten ingredientes para cumplir con uno de los objetivos que se ha fijado: superar los 20.000 visitantes del año pasado. "En esta edición esperamos superar el momento de crisis en el que se encuentra la economía global y sobrepasar tanto la barrera de visitantes como de ventas", destacaron desde Arbaso, asociación de artesanos organizadora de la feria.

Para ello, la Euskal Denda no solo cuenta con el atractivo del trabajo ya terminado que ofrecen los productores participantes, sino que los visitantes también podrán ver in situ como algunos artesanos realizan sus creaciones, así como participar en alguno de los diferentes talleres y actividades organizados, tanto para el público adulto como infantil.

Y ello sin pasar por alto que "todos los objetos que son diseñados, exhibidos y puestos a la venta lo hacen bajo la máxima del respeto a los procesos manuales y artesanales", aunque "muchos de ellos innovan y buscan el presente y el futuro en sus fuentes de inspiración. Por todo ello, en la actualidad, ser artesano es sinónimo de contemporaneidad", apuntaron.

Nueva generación La feria de este año también sirve para poner de manifiesto que el oficio de artesano no está pasado de moda. Y es que en una sociedad dominada por las nuevas tecnologías, lo que permite hacer más en menos tiempo y con menor esfuerzo, hay jóvenes que continúan apostando por el trabajo manual y creativo a la hora de elegir un oficio, cuya presencia en la feria es este año mayor que nunca.

Llenos de ilusión y de nuevos proyectos, a ellos se les debe no sólo la continuidad de los popularmente conocidos como viejos oficios, sino la innovación en un sector que, a pesar de tradicional, no es ajeno a las nuevas tendencias ni a las necesidades actuales.

Idoia Gabantxo, Ritxar Santana, Nerea Lazpita, Gorka Garrote, Silvia Corral e Igor Obeso son este año los artesanos de menor edad que participan en la Euskal Denda. Mientras algunos de ellos no han conocido otro oficio que el de artesano, otros decidieron un buen día dejar atrás sus antiguos trabajos para dedicarse en cuerpo y alma a lo que para ellos es mucho más que una profesión.

Actualmente, todos se han hecho un hueco en diferentes actividades, regentan con éxito sus propios talleres o negocios y plantan cara a la crisis económica con ilusión, nuevos proyectos y, sobre todo, con muchas ganas de seguir presentes en el sector ofreciendo a la sociedad lo que mejor saben hacer: crear. Ellos son el presente y el futuro de la artesanía en Euskal Herria.

La Euskal Denda mantendrá abiertas sus puertas hasta el próximo domingo, de 11.00 a 14.30 horas y de 16.30 a 21.00 horas, y el precio de entrada es de 1,30 euros.