Barakaldo

SUS ruedas van cargadas de un asfalto imborrable. La historia. Los vehículos clásicos que desde ayer aparcan en Bilbao Exhibition Centre (BEC) son auténticas piezas de museo. Su pasado atrajo en el primer día de la Feria del Vehículo clásico, de época y Colección Retro Clásica, a cientos de personas. Por afición, por nostalgia o por ambas sensaciones, el recinto de Barakaldo era ayer un constante devenir de público que pudo apreciar un espacio expositivo más amplio que en su primera edición y una veintena más de expositores.

El rugir de los coches que aparcan durante el fin de semana en BEC es mudo -los motores permanecen la mayor parte del tiempo parados- pero se puede sentir. Más de 1.000 piezas de vehículos y motocicletas clásicas rodean los más de 22.000 metros cuadrados que posee el pabellón número 5 de la feria de muestras de Barakaldo, 7.000 metros cuadrados más que el pasado año para la que es, este año con más motivos, la mayor cita de estas características de la cornisa cantábrica.

Cuesta apartar la mirada de los relucientes ejemplares. Sus dueños, en su mayoría coleccionistas de joyas con ruedas, limpian y relimpian la carrocería. Con cuidado. Con mimo. No puede haber ni una mancha. "Esto es como los cuadros, los que los tienen les quieren dar todo el valor posible. Con los coches de época pasa lo mismo", aseguran Eduardo Martínez, Isidro Lacarra y Pedro Vivas Pinto, tres amigos que ayer decidieron recordar viejos tiempos pero mantener su vehículo actual. "Son bonitos de ver pero útiles... nada de nada. ¿Acaso tú te irías hasta Sevilla en un 600?", cuenta uno de ellos. "Seguro que este año hay buenas oportunidades a la venta porque con esto de la crisis más de uno tendrá que deshacerse de alguno de sus coches", auguran mientras pasean entre cientos de salpicaderos que tratan de disimular su edad.

Vender sin quererlo Eugenio es uno de esos visitantes que mantiene su coche a la venta. No tiene necesidades económicas y, en el fondo, tampoco quiere vender su Mercedes 350. "A mi mujer le daría un disgusto", dice. Sin embargo, ya no tiene sitio para más coches y ha decidido probar a vender este, "único en el Estado", según Mercedes. Su precio, 10.000 euros. Su edad, 38 años. "He venido desde Madrid en él y volveré a Madrid en él, a no ser que lo venda", asegura a regañadientes. En los 38 años de vida, el Mercedes no le ha dado ningún disgusto. Solo una vez tuvo que pedir una pieza a la casa y fue porque en un intento de robo, le rompieron una de las ventanillas del conductor. "Solo la luna, que me la trajeron de Turquía, me costó 160.000 pesetas", recuerda. En la primera tarde de la feria, Eugenio ya había recibido varias ofertas. "Mi mujer ha dicho, y el coche es de ella, que solo lo venda si me dan 10.000. Si no, se vuelve a casa", sentencia con una sonrisa.

Al otro lado del pasillo exponía parte de su muestra otro aficionado que no dudó ni un segundo sobre si comprar o no los nueve 600 que forman su colección. "Ninguno es original de la marca, todos han sido creados a través de otros modelos de 600", asegura mientras exhibía su nueva adquisición, un modelo descapotable de más de 40 años que "acaba de salir de la carrocería".

"Aita, sácame con este", dice Asier al lado de los 600, al volante de un Goggomobil. "Se está sacando fotos con todas las motos y los coches", asegura Eli, su aita, que no da a basto con la cámara del móvil. El pasado año ya estuvieron en la primera edición de la Retro Clásica y este año padre e hijo han decidido repetir experiencia. "Cuando esta feria se realizaba en Bilbao yo acudía con mi aita cada año. Él tenía un 1.500 y se volvía loco con estas cosas", explica Eli. "Ahora he recuperado esta tradición con mi hijo, aunque yo no tengo un 1.500", bromea.

También motos La cita recoge ejemplares que ya han cumplido el medio siglo, como el Goggomobil fabricado en Mungia o los Renault Alpine. Pero también se pueden ver motocicletas, como las baracaldesas Lube, o, incluso, la primera que Honda dio licencia para construir fuera de su marca. Piezas para llevar a cabo restauraciones, exposiciones de figuras de 600, ropa, carteles, chapas, revistas y réplicas de vehículos de época completan la oferta que estará abierta al público hoy hasta las 21.00 horas y el domingo hasta 20.00 horas de manera interrumpida -también se podrá ver en pantalla gigante la Fórmula 1-. BEC no apaga los motores.