Durango
UNA lección de historia es siempre una buena forma de conocer, descubrir e incluso redescubrir aspectos del pasado. Y si la clase en cuestión se centra en el entorno más cercano y viene acompañada de imágenes y testimonios inéditos, la ocasión puede despertar el interés de hasta los habitualmente menos interesados en estos menesteres.
Este bien puede ser el caso de la revista Astola, cuyo objetivo es difundir diversos aspectos acerca del pasado y de la historia más reciente de Durangaldea. "Cualquiera puede encontrar en Astola algún artículo, historia o imagen de su gusto. Ha nacido para ser un instrumento válido para conocer mejor nuestro entorno y nuestros pueblos", apuntan sus responsables.
Editada por Gerediaga Elkartea, y de carácter anual, la asociación ha vuelto a decantarse por el mes previo a la celebración de la Euskal Liburu eta Disko Azoka para sacar a la calle un nuevo número, que ya es el sexto. En total, la publicación ofrece esta vez, a lo largo de sus 168 páginas, once nuevos trabajos de investigación, que tratan de "informar y entretener", sin descuidar "el rigor de sus trabajos" y esforzándose por "presentar una imagen atractiva y visual", subrayaron.
Desde Gerediaga destacan el artículo firmado por Mohamed Tah-Tah, seudónimo de Joseba Sarrionandia. Sirviéndose de las investigaciones de su pariente Pedro Hilarión Sarrionandia, que dieron como fruto en 1905 la primera gramática de la lengua rifeña, el escritor ofrece con Garaitik Marokora eta itzulera la diversidad cultural del norte de África y la tragedia que sus gentes padecieron con las guerras coloniales.
Además, en este último número, Astola también versa sobre aspectos tan variopintos como Durango Detroit?, un trabajo de Juan A. Hernández, en el que aborda la historia de un automóvil de nombre Durango, "un proyecto truncado" que rescata "la ilusión y el esfuerzo" del empresario José Estancona, dueño de la fábrica Duñaiturria y Estancona, quien a mediados del siglo XX proyectó y realizó un modelo de coche con la intención de producirlo en cadena.
El movimiento anarquista y su actividad agitadora en la década de los años 30 es otro de los aspectos que aborda la revista con el trabajo de J. A. Orobio-Urrutia, Anarquistas en la Segunda República, en el que se pone de manifiesto la lucha y la represión sufrida por un grupo de jóvenes durangarras. Junto a este, Alberto Santana presenta La edad de oro del caserío, que da cuenta de las 300 edificaciones de este tipo que se construyeron en el Duranguesado entre 1720 y 1830, así como de la visita a alguno de ellos del viajero alemán Guillermo Humboldt en 1801.
Más atrás en el tiempo se sitúa Iñaki García Camino que, en Durango, tierra de Bizkaia, narra cómo en 1212 Alfonso VIII regaló la tierra de Durango a Don Diego López de Haro, Señor de Bizkaia, por su ayuda en la batalla de las Navas de Tolosa contra los musulmanes. Y otra de las batallas recogidas en este número es la de Zornotza, contienda que "no aparece en los libros de historia", pero en la que "Amorebieta, Etxano, Bernagoitia y la frontera de Iurreta fueron testigos de la lucha de las tropas francesas de Napoleón contra el ejército español", subrayan desde la revista.
Rincones y actualidad Gaizka Zabarte, por su parte, propone en Zaldibarko ekialde urruna, una parada en Eitzaga, "un rincón apartado de Zaldibar", situado entre Eibar y Ermua, mientras que A. Barrio Loza pone en valor La arquitectura de los cementerios de la comarca, la mayoría de ellos de finales del siglo XIX, de los que "algunos de ellos son porticados, con columnas de piedra o madera". Y José Luis Arruabarrena hace una visita a La plaza de Elorrio, centro administrativo, religioso y punto de encuentro de los elorriarras.
No obstante, la publicación también tiene un hueco para la reflexión sobre el actual marco geográfico de Durangaldea. En este sentido, Nerea Mujika plantea al lector, con Las mil caras de una comarca, cuestiones tales como si todavía hay sentimiento de comarca, quién pone los límites a esta y cuáles son.
La publicación ya está a la venta en las librerías de la zona a un precio de cinco euros, el mismo que el año pasado. El ejemplar también estará disponible en la próxima edición de la Euskal Liburu eta Disko Azoka, que abrirá sus puerta en Durango del 6 al 9 de diciembre.