Bilbao. La noche bilbaina se está quedando sin sus grandes hitos. Si la semana pasada se anunciaba el cierre de la sala Garden de Deusto, hoy es el Conjunto Vacío -ubicado en el muelle de La Merced- quien da a conocer el cese de su actividad.
Sin embargo, este mítico pub dirá adiós de la única -y la mejor- forma que sabe, con una gran fiesta. Un último baile que se celebrará en Nochevieja y en el que no faltará el mejor house y las sorpresas. "Será una noche especial, muy sentimental. Han sido 20 años al frente de esta sala compartiendo momentos con un público que siempre ha sido fiel al Conjunto Vacío. Vendrán los dj que han pasado durante todo este tiempo por el local y también los camareros y el personal. Va a ser una noche emocionante. No voy a querer oír esa última canción", reconoce Aitor Sáez, el creador del Conjunto Vacío.
En esta ocasión, no es la crisis la que motiva el cierre de este club. La razón, según Aitor, es el fin del contrato de arrendamiento del local. "El 31 de diciembre se nos acaba el contrato y los dueños solo nos dan dos años más. Tal y como está la situación, ahora necesitábamos hacer una obra importante y cambiar la licencia de pub a discoteca. Con dos años de contrato no nos da tiempo de amortizar la inversión", explica el propietario. "No hemos llegado a un acuerdo y hemos decidido dejarlo", añade.
El responsable del Conjunto Vacío reconoce que el concepto de hostelería ha cambiado. "El sector está en crisis en Bilbao. Los clientes de 20 años están en crisis y para acceder a los de 30 años en adelante, que son los que cuentan con un mayor poder adquisitivo, deberíamos hacer una obra importante. Tenemos el proyecto hecho y solicitamos 8 años más de contrato, pero nos lo han denegado, porque la idea de los propietarios del local es dejar el edificio libre de contrato para 2015. La crisis nos ha dado la puntilla", argumenta Aitor.
"No sé qué es lo que querrán hacer con él, pero con la crisis el tipo de hostelería que nosotros llevamos a cabo es insostenible con una renta de 8.000 euros mensuales por un local de 200 metros cuadrados. Hasta ahora se ha sostenido porque hemos funcionado muy bien, pero este año se ha notado mucho la crisis", reconoce el propietario del negocio, quien explica que han hecho "de todo" para mantener a flote el local. "Este año, la noche bilbaina está tocada y herida de muerte", sentencia.
El Último Baile Son muchas las discotecas que durante años han colmado la noche de Bilbao de ambiente. Sin embargo, el Conjunto Vacío tiene una "atmósfera especial". "El resto de locales cambian de dueños cada 5 o 6 años. Nosotros llevamos ya 20, tres generaciones que han pasado por este templo del house, con una música y un público muy cuidado y elegante y en una zona en la que nadie apostaba por montar un negocio", rememora Aitor.
Han sido dos décadas de fiestas, de recuerdos y vivencias. "Yo conocí a mi mujer en el Conjunto y sé de más de treinta parejas que surgieron de aquí", confiesa. "Para mí ha sido un magnífico viaje que, como todos, está llegando a su fin", añade. Puede parecer un adiós, pero Aitor prefiere un "hasta luego", ya que su intención es trasladar el espíritu del Conjunto a otro punto de la ciudad.