bermeo. Euskadiko Kirol Portuak, EKP, ha desaparecido del puerto deportivo de Bermeo. El logotipo de la sociedad pública del Gobierno vasco no está presente en la única dársena de Bizkaia bajo su responsabilidad, a la que llegó en 2006. Pero tras largos años de enfrentamientos con los usuarios, la entidad ha optado por marcharse "sin previo aviso a los usuarios", como denuncian estos últimos, y pasar el testigo de la gestión a la Dirección de Puertos.
En el trasfondo de esta salida de EKP de Bermeo están las continuas disputas que ha mantenido con los usuarios, representados por la asociación Portu Zarra. Y es que pocos meses después de la llegada de la sociedad pública a la villa, los usuarios iniciaron una batalla judicial. Tanto que un centenar de amarristas acudió a los tribunales ante las "tarifas privadas abusivas", que sufrieron incrementos "de entre un 40% y un 70%". Y después de que el Tribunal Supremo anulara los contratos firmados en su momento, Lakua se ve abocado a devolverles hasta 9.000 euros, tal y como cifraron desde Portu Zarra, a algunos de los titulares que litigaron -por las cantidades abonadas y los intereses correspondientes-. Es más, después de celebrar una infructuosa reunión con la Dirección de Puertos, durante la última asamblea de Portu Zarra las aguas volvieron a revolverse. Otros 132 adjudicatarios de Bermeo se mostraron dispuestos a extender los efectos de la sentencia.
futuro La única explicación dada por la Dirección de Puertos a los usuarios bermeotarras -EKP gestionaba 347 amarres a pantalán y otros 50 a boya- es un cartel instalado en diversos puntos de la dársena con el que instan a los amarristas a acudir a sus dependencias en Bilbao para solventar cualquier incidencia. Desmanteladas sus dependencias, los dos aparcamientos -que no serán de uso exclusivo para amarristas-, y desaparecidos sus operarios desde hace varias jornadas, un usuario remarcaba ayer a pie de pantalán que "EKP se ha llevado hasta las papeleras".
Asimismo, y con la Dirección de Puertos como probable ente gestor de la dársena -debe convocar una nueva adjudicación de las plazas en breve-, los usuarios bermeanos temen que los servicios se vean mermados, al equipararse el puerto a las condiciones ofertadas en el resto de dársenas de Bizkaia por el Gobierno vasco. Un ejemplo es que el servicio de luz y agua podría no prestarse a partir de octubre.