Bilbao

LA mayoría de los robos que tienen lugar en las playas se producen al descuido. Los amigos de lo ajeno, que en verano se dedican a pequeños hurtos en las playas, aprovechan los descuidos de los bañistas para hacerse con sus pertenencias. Los cacos recorren los arenales en busca de una víctima: puede ser una persona que acuda sola a la playa, una cuadrilla de jóvenes, una familia o una pareja. Da lo mismo, la clave es encontrar el momento ideal, ese instante en el que los bañistas pierdan de vista sus pertenencias ya sea por que han ido a dar un paseo, a disfrutar de un chapuzón o a por un helado.

Por ello, las autoridades coinciden en que "lo mejor" es no llevar objetos de valor y no perder de vista las pertenencias. "Traigo pocas cosas a la playa y cuando voy al agua las acerco a la orilla para tenerlas a la vista", afirma Leticia.

"Lo mejor es no ir solos a la playa y hacer turnos para ir al agua o a pasear", recomienda Floren Zabala, concejal de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento de Bakio. En caso de no disponer de compañía para disfrutar de un día de playa, la principal recomendación es dejar las pertenencias al cargo de alguien de confianza o de otros usuarios. "Siempre pido a alguien que me vigile las cosas aunque lo de más valor me lo llevo en un neceser cuando paseo por la orilla", cuenta María.

Aunque también hay bañistas que confían en la buena voluntad de los demás. "Cuando voy al agua dejo las cosas como están. No te puedes llevar mucho encima así que confío en que no se lleven nada y por ahora nunca me han robado", asegura Aitor, quien aparca su bici junto a la toalla. "Nosotras también dejamos todo aquí. La verdad es que no tenemos nada de valor, pero nos fiamos plenamente de la gente", explican Inés, Soraide y Edurne.

Según los profesionales de la seguridad, lo mejor es no llevar ningún objeto de valor a la playa, aunque existen casos en los que el objetivo del robo no es muy valioso. "Estos día ha habido un grupo en Ereaga que se dedicaba a llevarse las toallas de la gente. A saber para qué las quieren. Seguro que es solo para fastidiar", explica Oskar, víctima de una de estas sustracciones.

En otros casos, los ladrones no consiguen nada de valor, y aun así son robos preocupantes. "Puede que no tengas nada valioso en la mochila pero si llevas la documentación y las llaves de casa te entra el miedo", explican Montse y Mario. Cerrar el coche y no dejar nada a la vista es otra recomendación. "Hace poco un hombre se dejó el coche abierto y se lo robaron todo", recuerdan en la playa de La Arena.