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¡Antoni, te ha tocado un piso!

El sorteo de las 607 viviendas de Garellano se realizó ayer en el Bilbao Arena

¡Antoni, te ha tocado un piso!Jose Mari Martínez

Bilbao

Mañana gris, mañana de emociones en el sorteo de las 318 viviendas de VPO que se construirán en Garellano. Por la tarde se desarrolló el sorteo de las 289 viviendas tasadas. Pasadas las 10.30 horas los miles de números comenzaron a dar vueltas en el bombo. "¿Te imaginas si nos tocase un piso?", preguntaba una de las jóvenes a su pareja, mientras aguarda el deseado número. Silencio en las gradas del Bilbao Arena. Nervios, muchos nervios y mezcla de sensaciones. "Si nos toca genial, pero luego tendremos que hacer las cuentas para ver si nos cuadra el dinero que tenemos que aportar. ¡Ay, no he dormido pensando en es este momento!", relata una emocionada Maider.

La coyuntura económica ni anima ni ayuda a meterse en la compra de una vivienda, sea de protección oficial o sea tasada. Sin embargo, la ilusión es lo que cuenta. "Al principio todo da miedo, pero hay que lanzarse y arriesgar, también en época de crisis", explica una animada Lourdes que esperaba expectante que el nombre de su hija apareciera en los monitores. "Me parece una zona maravillosa para vivir, céntrica. A ver si tenemos suerte y le toca a mi hija. Ella, por los nervios me ha dicho que no quería venir, pero yo, aquí me he plantado", relata. Edurne, una joven deustuarra, a pesar de los nervios, prefirió seguir el sorteo en directo. "Tengo unas hormiguitas en el estómago que me andan de arriba a abajo. Uf, a ver si sale mi número", comentó. "Que empiece el sorteo ya, por favor", comentaba minutos antes de las diez y media.

No queda nada. Las cifras comienzan a aparecer en las pantallas suspendidas sobre la cancha de basquet, pero la gente continúa en silencio; los primeros números no parecen corresponder a ninguno de los presentes. De repente, en uno de los laterales, se escucha un grito de alegría. "¡Toma esa!". Empieza a animarse el sorteo. Acto seguido un aplauso generalizado por parte del resto de los solicitantes de las viviendas adorna el momento especial. "Si señor, un poco de emoción", afirma otro de los asistentes. Continúa el sorteo. Las cifras siguen una tras otras deslizándose por el bombo. Todavía quedan muchos números por delante. Sale la cifra de la suerte. El 1.130. "¡Bien, nos ha tocado!", gritan. Maider e Iñigo, una pareja de Bilbao fueron unos de los agraciados. "Estamos felices, pero asustados. Es una sensación muy rara, por lo que ahora nos va a tocar", comentó la joven.

Todo queda en casa Hay veces que la suerte recae en el seno de la misma familia o en la de unos amigos de toda la vida. Es el caso de Carmen y Puerto. Ayer fueron con sus maridos con la esperanza de que los números de sus hijas resultaran agraciados. Y así fue. María y Sandra se han criado juntas y serán también vecinas en el complejo Torre Barria en San Mamés. "Qué suerte hemos tenido. Somos amigos de toda la vida y nos ha tocado a los dos", explicaba una de las amatxus. El aita, en cuanto salió del recinto, cogió el teléfono para llamar a su hija María que no había podido asistir al sorteo: "Cariño, que te ha tocado también a ti", le comunicaba con alegría. Pero no fue la única a la que le dieron la buena noticia a través del teléfono. Antoni tampoco pudo estar en el Bilbao Arena, pero una de sus amigas se encargó de estar pendiente. La fortuna quiso que uno piso de la cooperativa 6 fuera para ella. "¡Antoni, te ha tocado un piso! No es broma, no te miento. No llores, tonta". Las emociones estuvieron a flor de piel. Sobre las 13.00 horas finalizaba el sorteo. "A ver que pasa por la tarde".