Leioa. Leioa mira al pasado una vez más. El municipio bucea en su historia, como ha hecho con el libro de fotos antiguas editado por DEIA, y desvela con mimo lo hallado. En esta ocasión, la localidad ha estudiado sus topónimos gracias a la investigación llevada a cabo por Euskaltzaindia durante los últimos tres años. El resultado de este análisis es un libro: Leioako leku izenak, que recopila cerca de 800 nombres distintos, algunos de los cuales han desaparecido a día de hoy.

"Los valores principales de la toponimia son dos. Por un lado, la riqueza lingüística incalculable y por otro, la histórica. Así, la toponimia de Leioa es un ejemplo inmejorable del euskera de la localidad, y deja al descubierto que Leioa ha sido un municipio plenamente vascohablante. Casi el cien por cien de la toponimia histórica de Leioa está en euskera, y eso demuestra que durante siglos los vecinos se han expresado mayoritariamente en euskera. Pero la relación que durante años han mantenido el euskera y el castellano ha tenido una influencia directa en los topónimos de la zona, y ha ido cambiando la forma original de los topónimos", señaló ayer el alcalde de la localidad, Eneko Arruebarrena, durante la presentación del libro.

El exhaustivo análisis ha sido realizado por Iratxe Lasa, Goizalde Ugarte y Mikel Gorrotxategi, que se han sumergido en archivos antiguos y que además, han contado con la participación activa de muchos vecinos de Leioa, que "han puesto en nuestras manos recuerdos que tenían guardados en su memoria", apuntó Ugarte.

El presidente de la comisión de Onomástica de Euskaltzaindia, Andrés Iñigo, expuso que el trabajo recoge "algo que sigue vivo, nombres que están en uso, aunque en muchos casos bajo formas un tanto distorsionadas. Por ello, la recuperación debe realizarse teniendo presente un doble objetivo, como son la grafía en la forma correcta del nombre y la propuesta para su uso normalizado".

Por partes La publicación se divide en cinco partes principales: el nombre del municipio de Leioa, los barrios y sus denominaciones, los caseríos, Leioa calle a calle y otros nombres.

El capítulo referido a los caseríos merece especial atención por parte de los investigadores, por ser "uno de los tesoros más grandes y productivos de la toponimia". Según especificó el primer edil, "en el libro se recogen varios nombres de casas del siglo XVI, pero sobre todo se ofrecen las listas de los caseríos de los siglos XVIII y XIX. Junto a los datos de caseríos, como si está desaparecido o no, se aportan datos de la historia del nombre, la ubicación actual y numerosas fotografías".

Arruebarrena se mostró satisfecho con esta labor, ya que "en un mundo globalizado es muy importante reforzar nuestros referentes y así hacer real el dicho: De lo local a lo global".