gernika-lumo. La iniciativa no podría tener mejor denominación que Jan Tokikoa. Y sobre la mesa de los comedores, precisamente, ha puesto una plataforma de padres y madres de alumnos una propuesta novedosa en Busturialdea: que los centros educativos incorporen la comida ecológica producida por el sector primario más cercano a sus menús. Ese guante lanzado por este colectivo ha sido recogido, por ahora, por dos centros de enseñanza. San Fidel Ikastola de Gernika-Lumo y Sagrado Corazón Ikastetxea de Bermeo adaptarán su carta escolar para que el menú cuente con productos de la tierra en el 40% de los días de clase del curso próximo.
Fue el pasado año cuando este movimiento germinó en Busturialdea. Al abrigo de la experiencia de la asociación a favor del consumo ecológico de Urdaibai, Lurgozo, un grupo de progenitores fue madurando la idea de que los comedores colectivos, aún con sus peculiaridades, se fueran adaptando a la filosofía de la alimentación ecológica. De forma paralela, la ikastola San Fidel ahondaba en su Agenda Escolar 21 tirando de ese mismo hilo. Conocido es que los centros escolares optan por el catering para dar de comer a sus alumnos, si bien existen ejemplos -la escuela de Larrabetzu, con la que Jan Tokikoa se puso en contacto- que apuestan por una alimentación ecológica y local. Sin embargo, la comarca no tenía ninguna experiencia en este ámbito.
Frente a esta tendencia, Jan Tokikoa comenzó a trazar su camino para que las escuelas de Urdaibai -existen 13 centros, entre públicos, privados y concertados- se vaya incorporando, "gradualmente y en la medida de las posibilidades de cada uno de ellos", al menú ecológico compuesto por productos de temporada. Las ventajas son evidentes: los menores ganan en salud, la economía local se ve beneficiada, se potencia la agrobiodiversidad, la comunidad escolar recibe un estímulo directo a favor de la alimentación sana, y se defiende el mantenimiento de la cultura, el paisaje y la comunidad más cercana. El beneficio es "colectivo", apuntan.
Tras varias reuniones, el proyecto ha incorporado a instituciones aliadas. Los principales son los baserritarras de Busturialdea, a los que se suman Ingurugela, la agencia de desarrollo rural Urremendi, el Patronato de Urdaibai, Behargintza de Gernikaldea, el sindicato EHNE, la oficina agraria comarcal de la Diputación y una nutricionista de Mondragon Unibertsitatea. "Entre todos trazaremos los pasos a dar en el futuro", indican desde la plataforma. Entre esos pasos estarían realizar un estudio agrológico de Urdaibai, analizar la oferta de los productores y la demanda -calculan que en Busturialdea se reparten 8.000 menús diarios en escuelas, geriátricos o empresas-, auscultar la implantación de la iniciativa en San Fidel y Sagrado Corazón y llevar a cabo varias campañas informativas. Pero ambos centros educativos serán su particular banco de pruebas, tras el que tratarán de incorporar a más escuelas.
centros pioneros La Ikastola San Fidel, de Gernika-Lumo, con más de cuatro centenares de alumnos en sus aulas, trazaba un camino en paralelo al de Jan Tokikoa. Ahondando en su Agenda Escolar 21 -participan en redes por la sostenibilidad como el certificado Iraes o el Euskal Confint-, el centro buscaba mejorar la calidad de su menú escolar. "Hablamos con la empresa que nos suministra la alimentación -también lo hace a Sagrado Corazon Ikastetxea de Bermeo-, y ellos se adaptarán a nuestras peticiones", relatan desde el centro educativo. Esa firma se responsabilizará de la compra de esos productos a los baserritarras locales que degustarán los menores. "Deberán de ser, en todo caso, con sello ecológico, de temporada y producidos en nuestra comarca", inciden. No en vano, la mejor garantía de calidad será su proximidad.