BILBAO. Responsables de esta entidad socio-caritativa de la Iglesia Diocesana han hecho balance en Bilbao de su actividad el pasado año, en el que atendieron a un total de 13.464 personas, un 5,4 % más que el año precedente y casi 4.000 personas más que en 2007, antes de comenzar la crisis.

La entidad contó con un presupuesto de unos 12 millones de euros, teniendo como principal fuente de financiación las aportaciones de socios, donantes y entidades privadas, que aumentaron en 800.000 euros y representaron más del 61 % de sus ingresos.

La cantidad recibida de la Administración pública representó un 30,7 % de los ingresos y la procedente de las colectas en las parroquias casi el 8 % (ésta aumentó en 120.000 euros hasta casi el millón de euros).

En el conjunto de Euskadi, Cáritas atendió a unas 42.000 personas y sus responsables constataron que las situaciones de pobreza que tienen que atender son cada vez más complejas, entre ellas la presencia de la enfermedad mental en todos los colectivos a los que asisten, incluida la infancia.

La responsable de Investigación y Gestión del Conocimiento de Cáritas Bizkaia, Ana Sofi Telletxea, ha alertado, además, de que ha llegado "la segunda fase de las consecuencias de la crisis", centrada en su impacto no solo en las necesidades básicas y materiales de los afectados, sino también en sus condiciones psicológicas, autoestima o relaciones familiares.

Según ha advertido, esta situación y la incidencia de la pobreza en la infancia, derivada de la existencia cada vez mayor de mujeres solas afectadas con hijos a su cargo, "ponen en quiebra el futuro de la sociedad".

Según los datos aportados, Cáritas Bizkaia, que cuenta con 4.700 personas socias y donantes (un 3,8 % más que en 2010), atendió el pasado año a más de 600 menores (320 niños y 293 niñas) de entre 4 y 14 años a través de un programa específico dirigido al colectivo, mediante el cual le da apoyo escolar y educación en valores y hábitos en higiene y alimentación, entre otras actuaciones.

A ellos se suman más niños atendidos a través de otros programas de la entidad, como los 80 que hicieron uso de su servicio psicológico o el número sin determinar que fue asistido en el programa de Cáritas dirigido a la familia.

Por otra parte, la prolongación de la crisis también está provocando "rechazo social" en algunas personas con posturas "preocupantes" a favor de que se reduzcan o supriman ayudas sociales con "eslóganes como 'primero nosotros'", según ha advertido el director de Cáritas Bizkaia, Mikel Ruiz.

Ruiz ha instado, ante ello, a la sociedad a pasar "a la acción" en favor del cambio social y de un modelo de sociedad integradora.

Respecto a la actividad de la entidad, en 2011 Cáritas Bizkaia constató un aumento de las atenciones largas (representan un 22 %) que presta a desfavorecidos necesitados de más tiempo para salir de la situación de desventaja social en que se hallan, mientras que un 41,4 % de las personas atendidas acudió por primera vez a la entidad.

Cáritas Bizkaia continuó en 2011 atendiendo a más mujeres que hombres (58,3 % frente a 41,7 %), redujo de un 67 a un 62 % las personas extracomunitarias asistidas y aumentó de un 32 a un 37 % las procedentes de la UE a las que prestó servicio.

En 2012, según sus responsables, se mantienen las tendencias del pasado año. De octubre a marzo pasados, Cáritas ha atendido a 8.700 personas (más de 500 mujeres solas con familiares a su cargo) en Bizkaia, de las que más de la mitad está en situación de grave pobreza.

De los atendidos, unas 1.700 personas están lejos de poder acceder a la protección pública, algunas de ellas afectadas por el endurecimiento de las condiciones de acceso a la Renta de Garantía de Ingresos (RGI).