Barakaldo. Música, baile y comida aderezada con un toque reivindicativo. El barrio baracaldés de Lutxana reunió el sábado a más de 300 personas, incluidos los vecinos de Llano, para a modo festivo, reclamar al Ayuntamiento una antigua promesa: la creación de una casa de cultura en la que los grupos del barrio puedan ensayar, realizar sus reuniones o celebrar sus fechas más importantes. "Es algo básico que llevamos pidiendo durante mucho tiempo", resalta Cristina Bilbao, desde la asociación de vecinos de Lutxana.
En el barrio, conocido por su estrecha relación con el pasado fabril de Barakaldo, conviven cerca de veinte asociaciones culturales y sociales. "Somos más que en ningún otro barrio de Barakaldo", aseguran los vecinos. Sin embargo, hace tiempo que vienen reclamando al Ayuntamiento un espacio en el que poder reunirse todas las agrupaciones, tanto para llevar a cabo sus ensayos como para poner en común las ideas que ayuden a llenar de vida el barrio. "Hay crisis, pero queremos demostrar que en Lutxana todo el barrio se une para comer y para solicitar lo que pensamos que es justo, unas instalaciones que llevamos pidiendo mucho tiempo", apunta Bilbao.
A la celebración acudieron los componentes de la banda de Cartón de Llano, los dantzaris del grupo de danzas Amaia, txistularis, los dulzaineros de Lutxana, los vecinos más mayores, también los más jóvenes... Así hasta superar los 320 participantes.
Sorteos de paquetes realizados por los propios grupos con embutidos, lotería y mendigosales, actuaciones de las bandas musicales e hinchables para los más pequeños acompañaron la jornada. "Estamos muy contentos de la respuesta que tuvo la gente y muy agradecidos porque todo el mundo nos quería echar una mano", explica.
La asociación de vecinos cifra en 17 las agrupaciones relacionadas con el ocio y la cultura que se engloban en Lutxana. "Somos un barrio muy activo", añade Bilbao. Por eso están convencidos de que necesitan de un local donde poder seguir desarrollando su actividad sin tener que compartir, por ejemplo, locales de ensayo.
Para esta ocasión, el Ayuntamiento ha concedido permiso a las asociaciones del barrio para ocupar el Museo de la Técnica; un edificio que la oposición ha solicitado en varias ocasiones para que se ceda como locales de ensayo y actividades para el barrio.
Firmas contra el traslado Además, entre plato y plato de la comida popular, los vecinos de Lutxana quisieron solidarizarse con los del barrio vecino de Cruces. Así, se recogieron firmas en contra del cierre del Módulo de Atención Psicosocial, que tal y como adelantó DEIA, Osakidetza tiene previsto trasladar al centro de Barakaldo. "No es un servicio que esté en nuestro barrio pero nosotros, si podemos, ayudamos a todos", aclara Bilbao. "No está bien que se lleven un servicio al que también acuden personas de Lutxana, Burtzeña o Retuerto cuando funciona bien", añade.
Bajo el lema Lutxana-Llano Bizirik, los vecinos también aprovecharon la ocasión para homenajear "a quienes pusieron su esfuerzo y dedicación en enseñarnos euskera a los jóvenes en la época de la Transición".