Barakaldo. El ambulatorio de Rontegi, en Barakaldo, está casi listo para abrir sus puertas. Desde el próximo mes, según adelantó ayer Amaia del Campo, portavoz del PNV, el centro atenderá a más de 7.000 vecinos; aunque los más pequeños tendrán que desplazarse hasta el ambulatorio de La Felicidad. Y es que Osakidetza ha decidido suprimir las dos salas de pediatría que, según prometieron al inicio de las obras en 2009, contemplarían las instalaciones. El PNV solicitó ayer al Ayuntamiento que inste a Osakidetza "a cumplir con sus promesas" mientras los vecinos del barrio baracaldés recogen firmas para evitar que el centro de salud se inaugure sin pediatras.

Hace tres años, Tontxu Rodríguez, alcalde de Barakaldo, anunció que el nuevo ambulatorio contaría con "siete consultas de medicina general, siete de enfermería, dos de pediatría, una sala de curas, otra de extracciones, matrona, dos salas de urgencias y una sala para actividades grupales". Sin embargo, vecinos y trabajadores de Osakidetza aseguran que el Gobierno vasco ha tomado la decisión de eliminar la atención sanitaria para los más pequeños. "Es totalmente incomprensible que Osakidetza dé marcha atrás en su decisión", aseguró Del Campo, tras presentar una moción de urgencia en el Ayuntamiento para intentar remediar la situación.

El barrio de Rontegi, con una ubicación muy céntrica, experimentará la llegada de muchas parejas jóvenes que ocuparán los 161 nuevos pisos proyectados en el Grupo Mendia por los que, tal y como apuntó la jeltzale, "habrá aún más niños y niñas que tendrán necesidad de atención pediátrica".

Recogida de firmas Tras tres años de trabajos, los vecinos de Rontegi comienzan a ver como una realidad la apertura de su nuevo centro de salud. Sin embargo, la noticia de la falta de pediatras ha sido recibida como un jarro de agua fría. "El perjuicio a las familias es claro y lógico", indicó la portavoz. Los vecinos deberán trasladarse con sus hijos hasta La Felicidad "separando su atención sanitaria con la de sus aitas". Por ello, han iniciado una campaña de recogida de firmas que para evitar que su ambulatorio nazca incompleto.