Derio
FALDAS de colores, chalecos de domingo, camisas impolutas, mandiles almidonados y, por supuesto, el buruko zapi plantado con elegancia. Los miembros de Jantzi Jarauntsi Troupe se han propuesto recuperar esas tradiciones de la cultura vasca que se han ido perdiendo en el trepidante transcurrir de la era de la globalización. Esta asociación deriotarra cumple ahora un año de vida y su razón de ser es clara, directa y franca: "disfrutar de actividades vinculadas a la recuperación de lo auténtico, conjugando tradición, música, baile y diversión". Y así se les puede encontrar en las plazas y en las fiestas, generando buen ambiente y transmitiendo su amor por esas expresiones culturales vascas que quieren sacar a la calle.
Uno de sus principales objetivos se basa en tratar de recuperar los trajes tradicionales vascos, las vestimentas que se utilizaban, sobre todo por parte de los baserritarras de finales del siglo XIX y principios del XX. Ese afán, casi por inercia, les ha llevado a sumergirse en el mundo de la trikitixa y las dantzas. Y así, ataviados con elegantes vestimentas tradicionales, a ritmo de hauspo y pandero, se lanzan a disfrutar de ferias y romerías. "Se trata de recuperar las cuadrillas que iban cantando y bailando, y que se han ido perdiendo", explica Maite Aurrekoetxea, miembro de Jantzi Jarauntsi Troupe.
"¡Qué divertido es ir vestido de baserritarra!". Esta frase lanzada en una ocasión por uno de los miembros más jóvenes de Jantzi Jarauntsi Troupe refleja el espíritu de esta asociación. "Te lo puedes pasar muy bien viviendo nuestra cultura", subraya Maite. "Hay gente que dice que para cantar y bailar bien no hace falta vestirse con estos trajes, pero estas vestimentas son algo que nos identifica, es lo que nos ha unido", explica. Y es que el origen de este grupo hay que buscarlo unas navidades en las que un grupo de personas de Derio echaba de menos más ambientación en la noche de Olen-tzero. "Había que recuperar el cantar, las cuadrillas, el ir como antiguamente a los caseríos", explica Maite. "Y empezamos vistiéndonos con los trajes tradicionales".
A partir de ahí una cosa llevó a la otra. Fue el 4 de junio del año pasado cuando nacieron como grupo oficialmente y buena parte de su labor se ha basado en la preocupación por recuperar estas vestimentas. Los troupelaris, como ellos mismos se autodenominan, han iniciado una labor de investigación buscando fotos y documentos que les permitan empaparse de la forma de vestir, las prendas y los tejidos en la Euskal Herria de principios del siglo XX. Y en esa labor se han planteado un firme objetivo: recuperar el buruko zapi. "Nos hemos propuesto que todo el que salga vestido, se ponga el buruko zapi", explica Miren. Como eran muchas las chicas del entorno de este grupo que les comentaban que no sabían cómo ponerse este elegante pañuelo, Jantzi Jarauntsi Troupe han puesto en marcha talleres en los que enseñan la historia y la razón de ser de esta prenda, así como la manera de colocárselo correctamente. "Es un tocado. No es un pañuelo cualquiera. No se puede entender la vestimenta tradicional de la mujer sin buruko zapi", enfatiza Maite.
Buruko zapi Maite explica que esta era una prenda que se ponían las mujeres casadas, mientras que las solteras llevaban la cabeza descubierta. Era la suegra la que le regalaba a la chica el primer buruko zapi. La mayoría de estos tocados eran blancos, impolutos. "Ese color marcaba una categoría social, significaba que podías permitirte una prenda así", resalta. El negro era el tono reservado a las viudas y fue con la llegada del siglo XX cuando las mujeres más jóvenes introdujeron más colores y dibujos.
En su afán por recuperar la vestimenta tradicional, esta asociación deriotarra ha puesto en marcha un taller de costura para tratar de reproducir estas prendas. Y posteriormente llegaron los talleres de trikitixa y de dantza. "Cuando salíamos por ahí veíamos que necesitábamos música", explica Maite. Así que, buscaron maisus que les instruyeran en el arte de la triki y el baile y pusieron en marcha estos talleres que están también abiertos a personas que no son socios de Jantzi Jarauntsi Troupe. "Ha habido gente que empezó a venir a alguno de los cursillos y acabó enganchada a la troupe", asegura Maite.
Hoy, este grupo es reclamado para animar y ambientar azokas y jaias. De hecho, este año se han estrenado en las calles de Derio en sus fiestas patronales de San Isidro, y entre las citas en las que ya han estado presentes está el Bizkaiko Txakolina Jaialdia que se celebró en El Arenal bilbaino. "Vamos a la calle, tocamos, cantamos, vamos con nuestras cestas y comemos y bebemos... ¡Lo que se hace en las fiestas!", narra Maite.
Además, Jantzi Jarantsi Troupe gestiona un servicio de préstamo de ropa tradicional que llevan a través de un convenio con el Ayuntamiento de Derio. Este Consistorio organizó una euskal eskontza hace unos años y tiene un fondo de vestuario. "Le propusimos al Ayuntamiento actualizar ese fondo y lo prestamos a todo el que necesite este tipo de prendas, con una fianza y a condición de que lo devuelva limpio y en el mismo estado en el que se lo llevó", explica Maite.
Ahora se cumple un año de vida de esta asociación que centra su labor del día a día en los locales municipales de Larrabarri y en Kultur Birika. En este primer aniversario, los troupelaris aseguran atesorar muchos buenos momentos dignos de recordar, como el día que se fueron a pasar el día a Donostia ataviados con sus vestimentas tradicionales. Coincidió que se celebraba el Zinemaldia, y se convirtieron en los protagonistas de la populosa parte vieja, donde los muchos turistas que abarrotaban la ciudad les avasallaron sacándoles fotos.
Ahora, les queda un verano, una vida por delante para saltar a la plaza y proclamar a los cuatro vientos la que es su máxima: disfrutar de las tradiciones de la cultura vasca, esa cultura que debe estar en la calle.