El hotel Ercilla no está situado en un edificio en el Upper East Side de Manhattan, donde Truman Capote imaginó la historia de Holly Golightly, aquella joven tejana de veinte años que se introdujo en la vida de la alta sociedad saliendo con hombres mayores adinerados y que iba narrándole sus andanzas a un narrador con ínfulas de escritor. La novela alcanzó la gloria cuando, bajo la mano maestra del director Blake Edwards, se hizo cine. En pantalla la bella Audrey Hepburn y la banda sonora de Henry Mancini -en especial, la inmortal Moon River, que canta ella con encanto singular...- encandilaron a varias generaciones.
Les hablaba del hotel Ercilla porque ayer se celebró en sus salones una performance en la que se bebió cava Praxet; se recitaron textos de la novela de Capote -Monika Nude, Julián Borau y Manuel Ruiz de Gauna...-; sonó Moon River, desfilaron piezas de Paradero Quirós, Smith & Smith y La Palma; se lucieron los peinados de Yolanda Aberasturi, se escuchó la voz portentosa de la soprano Vanesa Ustariz, que vino ex profeso desde Italia para la ocasión, y, ¡oh maravilla de las maravillas!, se sorteó un diamante valorado en 3.000 euros y donado por Joyería Matía, gesto por el que Jesús Matía se erigió, con permiso de modelos (Aitor Elizegi, Manu Redondo, Guillermo Soroa o Joseba Larrinaga, entre otros, me sabrán disculpar...) en el hombre de la noche.
¿Logró recrearse aquel mundo mundano que Truman soñó y Blake puso en imágenes...? Uno diría que sí aunque, insisto, Bilbao no sea Manhattan... ¡Es mucho mejor! María Luisa Astorquia confesaba que la idea nació para recrear las aburridas tardes de café a la bilbaina y que acabó convirtiéndose en algo benéfico: la recaudación de la gala fue a parar a manos de la ONG Sunrise África, como María José Zambrano y Cecilia Anza al frente. A la cita tampoco faltaron, además de los citados (bueno: Blake Edwards, Truman Capote, Audrey Hepburn y el tío Henry no asistieron...), Marcos Muro, Ramón Raventós, Belén Basagoiti, Itziar Corcuera, Julio Alegría, Mariapi Alza, José Antonio Nielfa, La Otxoa, el notario Juan Bustamante, Verónica Gómez, José Luis Sabas, Ohiane Agirregoitia, Jorge Canivell, María Jesús Cava, Luisa Lachaga, Beatriz Marcos, Carmen Urrestarazu, Berta Longas, Jorge Aio, Olga Zulueta, Álvaro Díaz de Lezana, Janire Reyero, Carmen Miral, Begoña Muguerza, Vicen López de Aberasturi, Amaia Goienetxe, el pianista Álvaro Laserna y una legión de gente de buen corazón.