Etxebarri. El parque Kukullaga de Etxebarri no siempre ha sido una zona verde y de esparcimiento. Hace treinta años acogió una escombrera de residuos inertes y, durante las inundaciones, su suelo fue aprovechado para depositar los lodos y la chatarra que las excavadoras iban sacando de la ría. Por este motivo, el parque aparece en el catálogo de zonas potencialmente contaminadas de Ihobe, la Sociedad Pública dependiente del gobierno vasco que para la gestión y protección del medio ambiente. Para conocer cómo se encuentra este espacio y si las actividades que acogiera hace tres décadas pudieran haber contaminado el suelo, Ihobe ha propuesto al Ayuntamiento del municipio estudiar de manera gratuita para el Consistorio el parque y el suelo bajo el polideportivo municipal asentado sobre la zona verde.
Tras la aceptación de la iniciativa por parte del alcalde, Loren Oliva, los técnicos de Lakua comenzarán a recoger muestras en diversos puntos de Kukullaga para su posterior análisis. En una primera fase de los trabajos, recopilarán la información más relevante disponible sobre el emplazamiento, esto es, servicios enterrados, características del medio, actividades llevadas a cabo en el emplazamiento, tipo de materiales vertidos, etc.
A continuación, darán inicio a los trabajos de investigación de la calidad del suelo, para lo cual, se realizará un estudio más exhaustivo del medio así como de las actividades llevadas a cabo y los vertidos que se hayan podido producir. En ese sentido, se realizarán muestreos en el polideportivo, las proximidades de la zona de juego infantil, en los jardines y en el pasillo situado entre los dos bloques de viviendas. Para ello, los usuarios del parque serán testigos de la presencia continua de un técnico responsable del control y seguimiento de las labores.
"Esta zona nunca ha acogido actividad industrial y la escombrera de inertes estaba controlada y regulada por lo que no existen riesgos para la población de ningún tipo", asegura el alcalde para "tranquilidad" de los vecinos de la zona a los que quiere dejar claro que la inspección de Ihobe "se trata de una forma de controlar el estado del suelo". Sobre lo acumulado después de las riadas de 1983, el primer edil cree que los técnicos podrán encontrar "restos de latas y hormigón" provenientes de lo que quedó en pie del polígono de Lezama Leguizamon, afectado por las inundaciones.