Bilbao. Durante años se ha trabajado de forma intensa en el ámbito urbanístico, más visible, de un área degradada como es San Francisco, Bilbao La Vieja y Zabala. Se han arreglado calles y bancos, instalado más farolas, se han rehabilitado edificios y viviendas; los tres barrios han sido sometidos a un profundo lavado de cara. Pero ahora hace falta abordar la parte menos visible pero igual de importante: el ámbito social. Por ello, el Ayuntamiento de la capital vizcaina ha puesto en marcha, en colaboración con los vecinos y asociaciones de la zona, un plan comunitario con el que, a través de diferentes programas de intervención, se pretende mejorar la convivencia en estos tres barrios bilbainos. "Hacer comunidad no es fácil, pero se trata de ofrecer herramientas a la ciudadanía para que siga adelante", destacó Sabin Anuzita, responsable del Plan de Rehabilitación de Bilbao La Vieja, San Francisco y Zabala, y concejal de Educación, Juventud y Deportes de Bilbao.
Tras finalizar el Plan de Rehabilitación 2005-2009, en el que se hizo hincapié, sobre todo, en la mejora urbanística de los barrios de San Francisco, Bilbao La Vieja y Zabala, el Ayuntamiento de la capital vizcaina quiere ahora dar un impulso a mejorar la convivencia social y la calidad de vida de sus vecinos.
Tras un proceso participativo en el que han tomado parte tanto vecinos y asociaciones de los tres barrios, poniendo sobre la mesa su valoración y sus demandas, se ha elaborado un plan comunitario que se desarrollará en los próximos cinco años. "Se invitó a los ciudadanos a soñar, a imaginar lo que querían de sus barrios. No queríamos que ningún sueño se quedara fuera", destacó Anuzita. Esas demandas se han centrado en cuatro ámbitos: la calidad de vida en el barrio, las relaciones ciudadanas, las infraestructuras y la proyección económica. "Los ciudadanos nos han trasladado sus sueños y a las administraciones nos toca poner las herramientas para que se cumplan", señaló. Todas esas demandas se trasladaron a las diferentes áreas municipales, que las han asumido como suyas.
Así, se ha diseñado un ambicioso plan en el que participarán todas las áreas del Ayuntamiento. Por una parte, se trabajará en el propio plan comunitario, que se centra en mejorar y fomentar las relaciones entre la ciudadanía. "Una de las principales demandas de la ciudadanía se centraba en las relaciones entre las personas", destacó Yolanda Muñoz, responsable de Gizagune, una de las asociaciones que ha participado en la elaboración de este proyecto. Para ello, se reforzará el servicio de mediación para situaciones de conflicto, se desarrollarán programas de civismo preventivo en centros educativos y se abordarán también las situaciones conflictivas en las comunidades de vecinos.
Mayores, familias y niños También se fomentará la interculturalidad y los valores de convivencia, se prestará una especial atención a mejorar la calidad de vida de las personas mayores, se intensificará el apoyo a las familias y los niños que lo necesiten contarán con un acompañamiento educativo específico. Además, y debido a que se trata de barrios donde existe un alto porcentaje de personas en riesgo de exclusión social, se les realizará un seguimiento para posibilitar su incorporación a la comunidad.
El plan no olvidará el ámbito económico: se ha previsto un plan de dinamización que permita una reactivación del comercio e impulsar el empleo. "Todo ellos no quita para que se sigan arreglando las calles, poniendo bancos o mejorando la iluminación", añadió el concejal.
Solo este año, en estos tres barrios, las administraciones invertirán 7,4 millones de euros, de los que el Ayuntamiento aportará el 80%, sobre todo, desde el área de Acción Social, Cultura, Urbanismo y Seguridad Ciudadana. No se trata de un plan "cerrado", según destacó Anuzita, sino que se irá adaptando a las necesidades y demandas que surjan de la ciudadanía, ajustándose de forma anual en función de las necesidades técnicas y, sobre todo, económicas, debido a la situación actual. "Por responsabilidad y por ver cómo funcionan, toca hacer presupuestos anuales y programas anuales", advirtió Anuzita. "Tenemos que tener más cintura, porque hasta ahora los planes que teníamos eran bastante estancos", incidió el concejal. Para ello, se han creado tres mesas de trabajo -política, técnica y sectoriales-, que trabajará con diferentes agentes de forma periódica.