El saquito de alubias de Tolosa tiene más valor, a su juicio, que un bolsón repleto de monedas de plata. ¿A juicio de quien?, se preguntará el lector más avisado. A juicio de Roberto Ruiz Aguinaga, quien ayer se coronó -con laurel, como mandan los cánones de la buena cocina...- como el mejor restaurados de Euskadi en 2011, a juicio de la Academia Vasca de Gastronomía que preside María del Mar Churruca. Roberto cuida las alubias en el Frontón de Tolosa como si cada una de ellas fuese un pedazo de oro arrancado de las entrañas de la tierra. No ha de ser fácil, en un lugar como Tolosa donde la alubia está hasta en los biberones, alzarse con el reconocimiento unánime. Roberto es el rey en el Frontón de Tolosa, un santuario donde comer bien no es una probabilidad: está, como decían los prospectos de electrodomésticos años atrás, "absolutamente garantizado": El académico José Guillermo Zubia fue el encargado de leerle el laudatio, el saludo a los triunfadores.
Apareció después otro académico, Guillermo de Aranzabal, para anunciar que el Premio Euskadi de Gastronomía al mejor director de sala no iba a parar a manos de un director sino de una directora, Kontxi Beobide, del restaurante Arkak, allá en Donostia. Quienes la conocen bien aseguraban que Kontxi es una auténtica Von Karajan, marcándole a cada servicio el ritmo justo. Los premios fueron desgranándose de la vid. Así, José María Gorrotxategi anunció el veredicto al premio Euskadi de Gastromía a la mejor la labor periodística: www.diariodegastronomia.com, donde Ernesto del Río, entre otros, marca su criterio, se hizo con la Copa de los Mosqueteros, por decirlo al estilo Roland Garros. A su vera, Ramón Morató recogió el premio a la mejor publicación gastronómica: Chocolate.
Salió entonces María del Mar para conceder el premio extraordinario de la Academia Vasca de Gastronomía al Basque Culinary Center, con Joxe Mari Aizega a la cabeza. Fue el arranque de la segunda parte de los premios. En esta ocasión, el premio José María Busca Isusi fue para Josefina Sagardía, del restaurante Kasino de Lesaka. Víctor Manuel Sarobe cantó sus excelencias. Poco después, Luis Mokoroa, entregó el premio Manuel Llano Gorostiza a Txomin Rekondo "por su extraoerdinaria bodega". El gran Juan Mari Arzak, Josean Martínez Alija, Blanca Urgell, María Victoria Cañas, Bibiñe Belaustegigoitia, Cata Olabarri, Ángel Gago, Ramón Bernar, José Miguel Arroita, Elena Ibarluzea, María Mauralogoitia, Ignacio Ibarluzea, José Miguel Barrenetxea y Joseba Lozano, director de la Escuela de Hostelería de Artxanda, fueron testigos.